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Gálatas 4:26 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

26 Pero Sara representa al nuevo pacto y a la Jerusalén del cielo, pues ella es libre. Representa a todos los que Cristo ha liberado de la Ley, y en ese sentido es nuestra madre.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

26 Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

26 pero la otra mujer, Sara, representa la Jerusalén celestial. Ella es la mujer libre y es nuestra madre.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

26 En cambio, la Jerusalén de arriba es libre y es nuestra madre.

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La Biblia Textual 3a Edicion

26 Pero la Jerusalem de arriba, la cual es nuestra° madre, es libre.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 Pero la Jerusalén de arriba es libre; y ésta es nuestra madre.

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Gálatas 4:26
27 Referencias Cruzadas  

Así que, si el Hijo los libera, serán ustedes verdaderamente libres.


El pecado no tiene dominio sobre ustedes, porque ya no se les juzga de acuerdo a la Ley, sino que viven protegidos por el amor y la bondad de Dios.


Fueron liberados del pecado y ahora son esclavos al servicio de lo que es justo.


Allí está escrito que Abraham tuvo dos hijos, uno con Agar, que era la esclava, y otro con Sara, que era libre.


El monte Sinaí está en Arabia y representa a la actual ciudad de Jerusalén, porque todos allí son esclavos de la Ley.


Cristo nos libertó para que vivamos en libertad. Por lo tanto, manténganse firmes y no vuelvan a ser esclavos de la Ley.


En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde esperamos que el Señor Jesucristo, nuestro Salvador, vuelva.


En cambio, ustedes se han acercado al monte Sion. Es decir, a la Jerusalén del cielo, la ciudad del Dios viviente. Se han acercado a una inmensa multitud de ángeles llenos de gozo.


Actúen como personas libres. Pero no usen su libertad como excusa para hacer el mal. Al contrario, vivan como servidores de Dios.


Apareció en el cielo algo que me pareció maravilloso y misterioso a la vez: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies. En la cabeza tenía una corona de doce estrellas.


En la frente llevaba escrito un nombre misterioso: la gran Babilonia madre de todos los idólatras y de las cosas repugnantes de la tierra.


Vi además la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, donde está Dios. La ciudad parecía una novia hermosamente preparada y vestida para su prometido.


Al vencedor le daré un lugar importante en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí. Sobre él escribiré el nombre de mi Dios. También escribiré el nombre de la nueva Jerusalén, ciudad de mi Dios. Esta ciudad baja del cielo de parte de mi Dios. Además, escribiré sobre él mi nombre nuevo.


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