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Gálatas 2:13 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

13 Entonces los demás judíos hicieron lo mismo que Pedro, y hasta el mismo Bernabé se les unió. Esa conducta me pareció hipócrita.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

13 Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Como resultado, otros creyentes judíos imitaron la hipocresía de Pedro, e incluso Bernabé se dejó llevar por esa hipocresía.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Los demás de raza judía lo siguieron en este doble juego, y hasta Bernabé se dejó arrastrar en esta falsedad.

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 Y los demás judíos se unieron a él en su insinceridad, de tal manera que hasta Bernabé fue arrastrado por la hipocresía de ellos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Y los demás judíos cayeron [también] con él en la simulación, de tal manera que hasta Bernabé fue arrastrado por ellos al disimulo.

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Gálatas 2:13
17 Referencias Cruzadas  

Así también ustedes por fuera dan la impresión de ser justos, pero por dentro están llenos de hipocresía y de maldad.


Había un levita llamado José, nacido en Chipre, al que los apóstoles llamaban Bernabé, que significa: «El que trae consuelo».


Ustedes saben que cuando no eran creyentes se dejaban arrastrar hacia la adoración de ídolos mudos.


No se dejen engañar, pues como dice el refrán: «Las malas compañías echan a perder las buenas costumbres».


Hacen mal en sentirse orgullosos. ¿No se dan cuenta de que un pecador puede hacer pecar a muchos?


Sin embargo, tengan cuidado. Pues su libertad podría hacer que los que tienen un conocimiento débil de la fe dejen de creer.


Catorce años después subí de nuevo a Jerusalén, esta vez con Bernabé, llevando también a Tito.


En efecto, Santiago, Pedro y Juan, que eran considerados líderes importantes, reconocieron que Dios, aunque yo no lo merecía, me escogió. Entonces nos dieron la mano a Bernabé y a mí aceptándonos como compañeros. Y acordamos que nosotros iríamos a los no judíos y ellos a los judíos.


Así ya no seremos como niños, que cambian de opinión fácilmente y aceptan como verdad cualquier enseñanza. Pues los falsos maestros son astutos y usan métodos engañosos.


No hagan caso de ninguna clase de enseñanzas extrañas. Lo mejor es fortalecer el corazón con el amor inmerecido de Dios y no con reglas sobre alimentos. Esas reglas en nada ayudan a quienes las siguen.


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