Biblia Todo Logo
La Biblia Online

- Anuncios -





Gálatas 1:10 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

10 ¿Qué busco con esto: ganarme la aprobación de la gente o la de Dios? ¿Piensan que quiero agradar a los demás? Si yo buscara agradar a otros, no sería un servidor de Cristo.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

10 Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Queda claro que no es mi intención ganarme el favor de la gente, sino el de Dios. Si mi objetivo fuera agradar a la gente, no sería un siervo de Cristo.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

10 ¿Con quién tratamos de conciliarnos?: ¿con los hombres o con Dios? ¿Acaso tenemos que agradar a los hombres? Si tratara de agradar a los hombres, ya no sería siervo de Cristo.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

10 Porque, ¿busco ahora el favor° de los hombres o de Dios? ¿O busco complacer a hombres? Si aún complaciera° a hombres, no sería° siervo del Mesías.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 ¿Pretendo acaso ahora ganarme el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O intento agradar a los hombres? Si todavía tratara de agradar a los hombres, no sería siervo de Cristo.

Ver Capítulo Copiar




Gálatas 1:10
20 Referencias Cruzadas  

Al contrario, hablamos como hombres a quienes Dios aprobó y les confió la buena noticia. No tratamos de agradar a la gente, sino a Dios, que examina nuestros pensamientos.


―¡Es necesario obedecer a Dios antes que a cualquier persona! —respondieron Pedro y los demás apóstoles—.


No lo hagan solo cuando los estén mirando, como los que quieren ganarse la admiración de su amo. Háganlo como si fueran esclavos de Cristo, haciendo de todo corazón la voluntad de Dios.


¡Ustedes no aman a Dios! ¿No saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Si alguien quiere ser amigo del mundo, se vuelve enemigo de Dios.


Enviaron algunos de sus discípulos junto con los herodianos, los cuales le dijeron: ―Maestro, sabemos que eres un hombre honesto y que enseñas el camino de Dios de acuerdo con la verdad. No te dejas influir por nadie porque no te fijas en las apariencias.


Esclavos, obedezcan en todo a sus amos aquí en la tierra. No lo hagan solo cuando los estén mirando, como los que quieren ganarse la admiración de su amo. Háganlo con sinceridad de corazón y por respeto al Señor.


El verdadero judío es judío de corazón; y la verdadera circuncisión es la que realiza el Espíritu, no el mandamiento escrito. El verdadero judío es alabado por Dios, no por la gente.


Ningún hijo de Dios puede seguir pecando, porque la vida de Dios permanece en él. Así que un hijo de Dios no puede seguir pecando.


A lo mejor están pensando que ahora nos estamos disculpando. ¡Dios es testigo de que no es así, porque nosotros pertenecemos a Cristo! Todo lo que hacemos, queridos hermanos en la fe, es para que su fe sea cada vez más fuerte.


Pero a los que son egoístas, los que rechazan la verdad para seguir la maldad, Dios les dará un gran castigo.


Los saluda Pablo, servidor de Cristo Jesús, quien me llamó para ser su apóstol. Él me apartó para anunciar la buena noticia de Dios.


Hagan como yo, que procuro agradar a todos en todo. No busco mi propio bien, sino el de los demás, para que sean salvos.


Y, si el gobernador llega a enterarse de esto, nosotros responderemos por ustedes y les evitaremos cualquier problema».


Herodes estaba furioso con los de Tiro y de Sidón. Por eso, algunos de ellos se pusieron de acuerdo y se presentaron ante él. Se ganaron el favor de Blasto, camarero del rey, y por medio de él pidieron paz. Y es que Tiro y Sidón compraban sus alimentos en el país del rey Herodes.


»Nadie puede servir a dos señores, pues menospreciará a uno y amará al otro, o querrá mucho a uno y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir a la vez a Dios y a las riquezas.


Los saludan Pablo y Timoteo, servidores de Cristo Jesús. Esta carta va dirigida a todos los creyentes en Cristo Jesús que están en Filipos, junto con los líderes y diáconos.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios