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Filipenses 2:2 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

2 Entonces hagan que mi alegría sea completa. Pónganse de acuerdo entre ustedes, vivan unidos por un mismo amor, un mismo sentimiento y una misma manera de pensar.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

2 completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Entonces, háganme verdaderamente feliz poniéndose de acuerdo de todo corazón entre ustedes, amándose unos a otros y trabajando juntos con un mismo pensamiento y un mismo propósito.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Entonces denme esta alegría: pónganse de acuerdo, estén unidos en el amor, con una misma alma y un mismo proyecto.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 completad mi gozo, para que seáis de un mismo sentir,° teniendo un mismo amor, unánimes, teniendo los mismos sentimientos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 colmad mi alegría siendo del mismo sentir, teniendo el mismo amor, una sola alma, idénticos sentimientos.

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Filipenses 2:2
28 Referencias Cruzadas  

El que tiene a la novia es el novio. Pero el amigo del novio, que está a su lado y lo escucha, se llena de alegría cuando oye la voz del novio. Esa es la alegría que me inunda.


Todos, en un mismo espíritu, se dedicaban a la oración. Se reunían con los hermanos de Jesús, María su madre y otras mujeres.


Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar.


No dejaban de reunirse unánimes en el Templo ni un solo día. De casa en casa partían el pan y compartían la comida con alegría y generosidad.


Por medio de los apóstoles ocurrían muchos milagros y maravillas entre el pueblo. Y todos los creyentes se reunían de común acuerdo en las afueras del Templo, en la entrada a la puerta de Salomón.


Vivan en armonía los unos con los otros. No sean orgullosos, sino amigos de los humildes. No se crean los únicos que saben.


Hermanos en la fe, les suplico en el nombre de nuestro Señor Jesucristo que todos vivan en armonía. No permitan que haya divisiones entre ustedes. Pónganse de acuerdo en todo lo que piensan y quieren hacer.


En fin, hermanos en la fe, alégrense, traten de que su fe sea cada vez más fuerte. Hagan caso de mi consejo, traten de estar de acuerdo en todo, vivan en paz. Y el Dios de amor y de paz estará con ustedes.


Les escribí como lo hice para que no me causaran tristeza los que debían alegrarme cuando fuera a verlos. Estaba seguro de que todos ustedes se pondrían alegres por mí.


No solo con su llegada, sino también con el consuelo que él había recibido de ustedes. Él nos habló de su deseo por vernos, de la profunda tristeza y de la honda preocupación que ustedes tienen por mí. Eso me llenó de alegría.


Siempre que oro por todos ustedes, oro con alegría,


porque siguen confiando firmes en el mensaje que da vida. Así, el día que Cristo vuelva me sentiré orgulloso de que mi trabajo por ustedes no fue inútil.


Solo Timoteo se preocupa en verdad por su bienestar,


Ruego a Evodia y también a Síntique que se pongan de acuerdo, pues ambas están unidas al Señor.


Aunque estoy físicamente ausente, los acompaño en espíritu, y me alegro al ver que todo lo hacen con orden y que su fe en Cristo es firme.


Nosotros, en cambio, siempre debemos dar gracias a Dios por ustedes, hermanos en la fe. Recuerden que el Señor los ama y que ustedes fueron los primeros que Dios eligió para ser salvos. Y son salvos gracias a lo que el Espíritu hizo en ustedes para que fueran aceptados como santos por Dios, y gracias a la fe que tienen en la verdad.


Me acuerdo bien de tus lágrimas, y por eso deseo verte. Eso me llenaría de alegría.


Sí, hermano, ¡que reciba yo de ti algún beneficio por amor al Señor! Dale esa alegría a mi corazón, pues somos de Cristo.


Me alegré muchísimo al saber que algunos de ustedes, que son parte de la iglesia, siguen viviendo de acuerdo a la verdad que se les ha enseñado. Así es como Dios el Padre nos ha ordenado vivir.


Nada me produce más alegría que oír que aquellos a quienes amo como si fueran mis hijos practican la verdad que se les enseñó.


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