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Efesios 6:8 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

8 Pues deben saber que el Señor recompensará a cada uno por el bien que haya hecho, sea esclavo o sea libre.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

8 sabiendo que el bien que cada uno hiciere, ese recibirá del Señor, sea siervo o sea libre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Recuerden que el Señor recompensará a cada uno de nosotros por el bien que hagamos, seamos esclavos o libres.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 sabiendo que el Señor retribuirá a cada uno según el bien que haya hecho, sea siervo o sea libre.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 sabiendo que cada uno, según lo bueno que haga, esto obtendrá del Señor, sea esclavo o sea libre.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 sabiendo que cada cual, sea esclavo o libre, será recompensado por el Señor conforme al bien que hiciere.

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Efesios 6:8
20 Referencias Cruzadas  

Porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces recompensará a cada persona según lo que haya hecho.


“Porque nadie nos ha contratado”, contestaron. Él les dijo: “Vayan también ustedes a trabajar en mi viñedo”.


Alégrense y siéntanse contentos, porque les espera un gran premio en los cielos. Así también persiguieron a los profetas que vivieron antes de ustedes.


»Cuídense de no hacer sus buenas obras delante de la gente para llamar la atención. Si actúan así, su Padre que está en los cielos no les dará ninguna recompensa.


para que tu ayuda sea en secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.


Entonces serás dichoso, pues, aunque ellos no tienen con qué recompensarte, serás recompensado en la resurrección de los justos.


Ustedes, por el contrario, amen a sus enemigos, háganles bien y denles prestado sin esperar nada a cambio. Así tendrán una gran recompensa y serán hijos del Altísimo, porque él es bondadoso con los ingratos y malvados.


Todos fuimos bautizados por un solo Espíritu para formar un solo cuerpo —ya seamos judíos o no judíos, esclavos o libres—. A todos se nos hizo compartir un mismo Espíritu.


Pues es necesario que todos nos presentemos ante el tribunal de Cristo. Allí cada uno recibirá lo que le corresponda, según lo bueno o malo que haya hecho mientras vivió en el cuerpo.


Ya no importa si son judíos o griegos, esclavos o libres, hombres o mujeres, sino que todos ustedes son iguales gracias a Cristo Jesús.


En esta nueva manera de vivir no importa si eres griego o judío, si estás circuncidado o no lo estás, si eres extranjero o un salvaje, si eres esclavo o eres libre. Cristo es todo lo que importa, y él vive en todos nosotros.


Recuerden que el Señor los recompensará, pues les dará lo que ha prometido a su pueblo. Ustedes sirven a Cristo el Señor.


El que hace el mal será castigado por su propia maldad, y en esto no hay favoritismos.


Así que no pierdan la confianza, porque esta será grandemente recompensada.


Consideró que sufrir por ser fiel al Cristo que vendría era mucho mejor que los tesoros de Egipto. Es que tenía la mirada puesta en la recompensa.


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