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Efesios 4:13 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

13 De este modo, todos llegaremos a creer lo mismo y a tener el mismo entendimiento acerca del Hijo de Dios. Y esto debemos hacerlo hasta que seamos creyentes maduros y nuestra manera de vivir sea como la de Cristo.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Ese proceso continuará hasta que todos alcancemos tal unidad en nuestra fe y conocimiento del Hijo de Dios que seamos maduros en el Señor, es decir, hasta que lleguemos a la plena y completa medida de Cristo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 hasta que todos alcancemos la unidad en la fe y el conocimiento del Hijo de Dios y lleguemos a ser el Hombre perfecto, con esa madurez que no es menos que la plenitud de Cristo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno° del Hijo de Dios, a un varón perfecto,° a la medida de la estatura de la plenitud del Mesías.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del perfecto conocimiento del Hijo de Dios, a la edad madura, al desarrollo correspondiente a la plenitud de Cristo;

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Efesios 4:13
34 Referencias Cruzadas  

»Mi Padre me ha entregado todas las cosas. Nadie conoce al Hijo, sino el Padre, y nadie conoce al Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera revelarlo.


De su abundancia todos hemos recibido grandes bondades.


Actuarán de este modo porque no nos han conocido ni al Padre ni a mí.


para que todos sean uno. Padre, así como tú estás en mí y yo en ti, permite que ellos también estén en nosotros. Así el mundo creerá que tú me has enviado.


Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado.


Y nosotros hemos creído, y sabemos que tú eres el Santo de Dios.


Todos los creyentes eran de un solo sentir y pensar. Nadie consideraba suya ninguna de sus posesiones, sino que las compartían.


Hermanos en la fe, les suplico en el nombre de nuestro Señor Jesucristo que todos vivan en armonía. No permitan que haya divisiones entre ustedes. Pónganse de acuerdo en todo lo que piensan y quieren hacer.


Hermanos en la fe, piensen como personas maduras. Es bueno ser inocentes como un niño y no dar paso a la maldad. Pero, a la hora de pensar, hay que hacerlo como un adulto maduro.


En cambio, a los que ya entienden mejor lo que han creído, les hablo con sabiduría. Pero no se trata de la sabiduría de este mundo ni la de sus gobernantes, los cuales serán olvidados.


Pues Dios, que ordenó: «¡Que la luz brille en la oscuridad!», hizo brillar su luz en nuestra mente para que viéramos con claridad la gloria de Dios que brilla en el rostro de Jesucristo.


Yo los amo como si fueran mis hijos. Me parezco a una madre con dolores de parto, pues seguiré sufriendo hasta que los vea vivir como Cristo.


Le pido al Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre glorioso, que les dé su Espíritu. Así tendrán la sabiduría y el entendimiento necesarios para conocerlo mejor.


Y, al igual que el cuerpo no está completo sin la cabeza, la iglesia no está completa sin Cristo. Porque él es quien hace que todo sea completo.


Así dejó sin valor los mandamientos y reglas de la Ley, para que unidos a él los dos pueblos seamos una nueva humanidad viviendo en paz.


A ellos les encargó preparar a los creyentes para servir a Dios y fortalecer la fe de la iglesia de Cristo.


Hagan el esfuerzo de vivir en paz con todos. La paz que proviene del Espíritu los mantendrá unidos.


Solo hay un Señor, una sola fe, un solo bautismo.


Lo que quiero es conocer a Cristo, sentir en mí el poder con el que Dios lo resucitó. Quiero sufrir como él sufrió y morir como él murió.


Cuando comparo todo con el inmenso valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor, me doy cuenta de que nada tiene importancia. Por él lo he dejado todo, y lo considero basura, pues todo cuanto quiero es a Cristo.


Es por eso que hablamos de Cristo a todos, y les damos consejos y enseñamos con toda sabiduría. Lo hacemos para presentarlos delante de Dios como creyentes maduros gracias a Cristo.


Quiero que lo sepan para que cobren ánimo y permanezcan unidos por amor. Que tengan completa seguridad y entendimiento porque con ambas cosas conocerán el plan que Dios tenía en secreto. Y ese plan era darnos a Cristo,


En cambio, las verdades profundas del mensaje son como el alimento sólido que toman los adultos. Es decir, para los que acostumbran usar su inteligencia para distinguir entre lo bueno y lo malo.


Dios nos ha entregado así sus preciosas y magníficas promesas. Lo ha hecho para que ustedes lleguen a ser como él es. De ese modo, podrán escapar de la maldad que hay en el mundo debido a los malos deseos.


Más bien, sean cristianos maduros que cada día conocen mejor al Señor y Salvador Jesucristo, y que cada día disfrutan más de su amor inmerecido. ¡A él sea la gloria ahora y para siempre! Amén.


Sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para que conozcamos al Dios verdadero. Y nosotros somos amigos de su Hijo Jesucristo, quien es el Dios verdadero y nos da vida eterna.


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