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Efesios 1:4 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

4 Por medio de él, Dios nos eligió antes de la creación del mundo, para que seamos suyos y sin pecado. Él nos ama,

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

4 según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Incluso antes de haber hecho el mundo, Dios nos amó y nos eligió en Cristo para que seamos santos e intachables a sus ojos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 En Cristo Dios nos eligió antes de que creara el mundo, para estar en su presencia santos y sin mancha. En su amor

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que fuéramos santos y sin mancha delante de Él;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 por cuanto nos ha elegido en él antes de la creación del mundo, para ser santos e inmaculados en su presencia. En su amor

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Efesios 1:4
55 Referencias Cruzadas  

Si no se acortaran esos días, nadie sobreviviría; pero, por causa de los elegidos, se acortarán.


porque surgirán falsos Cristos y falsos profetas. Y harán grandes maravillas y milagros para engañar, de ser posible, aun a los elegidos.


Y al sonido de la gran trompeta mandará a sus ángeles, y reunirán a mis seguidores de los cuatro puntos cardinales, de un extremo al otro del cielo.


»Entonces dirá el Rey a los que estén a su derecha: “Vengan ustedes, a quienes mi Padre ha bendecido; reciban su herencia, el reino preparado para ustedes desde la creación del mundo.


Tengo otras ovejas que no son de este redil y también a ellas debo traerlas. Así ellas escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño y un solo pastor.


No me eligieron ustedes a mí, sino que yo los elegí a ustedes. Y les encargué que vayan y den mucho fruto, un fruto que permanezca. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre.


»Padre, quiero que los que me has dado estén conmigo donde yo estoy. Que vean la gloria que me diste porque me has amado desde antes de la creación del mundo.


Al oír esto, los que no eran judíos se alegraron y alabaron el mensaje del Señor. Y todos los que estaban destinados a la vida eterna creyeron.


Así lo promete el Señor, que hace estas cosas” conocidas desde tiempos antiguos.


pues estoy contigo. Aunque te ataquen, no voy a dejar que nadie te haga daño, porque tengo mucha gente en esta ciudad».


¿Quién acusará a los que Dios ha elegido? Dios es el que los declara justos.


Él hará que sigan creyendo hasta el final. Así no serán acusados de nada malo en el día que nuestro Señor Jesucristo vuelva.


Les hablo así, hermanos en la fe, porque ustedes han sido llamados a ser libres. Pero no usen esa libertad para dejar que los malos deseos los controlen. Más bien ayúdense unos a otros con amor.


En cambio, los que viven guiados por el Espíritu muestran amor por los demás, son alegres y tienen paz. El Espíritu los hace tener paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad,


Gracias a lo que Cristo Jesús hizo por nosotros, ya no importa si estamos o no circuncidados. Lo que importa es creer en Cristo y que esa fe nos lleve a amar a los demás.


Lo que ahora somos, lo hizo Dios. Él, por medio de Cristo Jesús, nos creó de nuevo para que podamos vivir haciendo el bien. Dios así lo había planeado desde un principio.


Le pido además que los llene de fe, para que Cristo viva en sus corazones. Que así como un árbol de raíces profundas se mantiene firme, ustedes se mantengan confiando firmemente en el amor de Dios.


Sean siempre humildes y amables, tengan paciencia, ayúdense unos a otros con amor.


Amen a los demás así como Cristo nos amó y murió por nosotros. Su sacrificio fue para Dios como ofrenda de olor agradable.


La limpió para presentársela a sí mismo como una iglesia llena de gloria, sin mancha de pecado ni arruga de maldad. Pues quería una iglesia perfecta, santa y sin pecado.


De ese modo nadie podrá acusarlos de falta alguna, pues no encontrarán de qué culparlos. Recuerden que son hijos de Dios y nadie en este mundo malvado y pecador podrá culparlos de nada. En este mundo ustedes brillan como estrellas en el cielo,


Pero ahora Dios los ha reconciliado gracias a la muerte de Cristo, para presentarlos ante Dios santos, sin pecado y sin que nadie los acuse de nada malo.


Quiero que lo sepan para que cobren ánimo y permanezcan unidos por amor. Que tengan completa seguridad y entendimiento porque con ambas cosas conocerán el plan que Dios tenía en secreto. Y ese plan era darnos a Cristo,


Por lo tanto, ya que Dios los eligió para ser parte de su pueblo santo y amado, sean buenos con los demás. Muestren amor, humildad, amabilidad y paciencia.


Le pido al Señor que los haga mejores seguidores suyos, que se amen más y más unos a otros, y a todos, tal como nosotros los amamos a ustedes.


Dios no nos llamó a vivir haciendo lo malo, sino a vivir con santidad.


Pues Dios nos salvó y nos llamó a una vida santa. Esa vida no la obtenemos por medio de nuestras propias acciones. Ha sido Dios quien decidió amarnos aunque no lo merecíamos, y nos dio esa vida. Decidió amarnos así por medio de Cristo Jesús aun antes de crear el universo.


Así que todo lo soporto por el bien de los elegidos, para que también ellos alcancen la gloriosa y eterna salvación que tenemos en Cristo Jesús.


A pesar de todo, lo que hemos creído tiene un sólido fundamento, el cual Dios ha puesto y se mantiene firme. Es como si nuestra vida fuera un edificio cuyos cimientos tienen una inscripción que dice: «El Señor conoce a los suyos», y esta otra: «Que se aparte de la maldad todo el que dice creer en el Señor».


Escuchen, mis queridos hermanos en la fe: Recuerden que Dios ha elegido a los pobres de este mundo, para hacerlos ricos en fe y herederos del reino que prometió a los que lo aman.


Según el plan de Dios el Padre, ustedes fueron elegidos por medio del Espíritu, quien nos apartó para ser parte de su pueblo. Y así cuando Jesucristo derramó su sangre en la cruz, nos limpió de pecado y pudimos obedecerlo. Le pido a Dios que les permita gozar de su inmerecido amor y de su paz.


Dios eligió a Cristo desde antes de la creación del mundo. Pero, para el bien de ustedes, Cristo se apareció en estos últimos tiempos.


Pero ustedes son una familia elegida por Dios, son sacerdotes al servicio del Rey, son su pueblo elegido, pues le pertenecen a él. Dios los eligió para que anunciaran las cosas maravillosas que él ha hecho por ustedes. Él los llamó para que dejaran el pecado y la maldad. Fue como sacarlos de las tinieblas a su luz admirable.


Por eso, queridos hermanos en la fe, mientras esperan que todo esto suceda, procuren vivir en paz, que no se les pueda reclamar nada ni culpar de nada.


Y nosotros hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor y, por eso, el que ama a los demás está perfectamente unido a Dios.


A la bestia la adorarán todos los habitantes de la tierra. Es decir, aquellos cuyos nombres no han sido escritos en el libro de la vida. Ese libro pertenece al Cordero que fue sacrificado desde la creación del mundo.


La bestia que has visto es la que antes era, pero ya no es. Está a punto de salir del abismo, pero va rumbo a la destrucción. Los que se asombraron son aquellos cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida desde la creación del mundo.


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