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2 Timoteo 3:3 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

3 No tendrán compasión ni amor por nadie, serán crueles, dirán mentiras para dañar a los demás, no controlarán sus malos deseos y serán enemigos de todo lo bueno.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

3 sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 No amarán ni perdonarán; calumniarán a otros y no tendrán control propio. Serán crueles y odiarán lo que es bueno.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 no tendrán cariño ni sabrán perdonar; serán calumniadores, desenfrenados, crueles, enemigos del bien,

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, enemigos de lo bueno,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 sin corazón, irreconciliables, calumniadores, disolutos, crueles, enemigos de lo bueno,

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2 Timoteo 3:3
31 Referencias Cruzadas  

»El hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre, al hijo. Los hijos se rebelarán contra sus padres y harán que los maten.


Luego el Espíritu llevó a Jesús al desierto para que el diablo lo sometiera a tentación.


»El que los escucha a ustedes me escucha a mí. El que los rechaza a ustedes me rechaza a mí. Y el que me rechaza a mí rechaza al que me envió».


Los fariseos oían todo y se burlaban de Jesús, porque les encantaba el dinero.


―¿No los he elegido yo a ustedes doce? —repuso Jesús—. Sin embargo, uno de ustedes es un diablo.


Han cometido toda clase de injusticia, maldad, avaricia y actos vergonzosos. Están llenos de envidia, homicidios, divisiones, engaño y maldad. Son chismosos,


Son tontos, no se puede confiar en ellos, no sienten nada por el prójimo ni le tienen compasión.


No se nieguen a tener relaciones sexuales el uno con el otro, a no ser de común acuerdo. Y esto, solo por un tiempo, para dedicarse a la oración. No tarden en volver a tener relaciones nuevamente. Si no pueden dominar el deseo de tener relaciones, Satanás podría hacerlos caer en pecado.


Pero, si no pueden controlar sus deseos sexuales, es mejor que se casen. Pues es preferible casarse que quemarse de pasión.


Por tanto, el que rechaza estas instrucciones no rechaza a un hombre, sino a Dios, quien les da a ustedes su Espíritu Santo.


Así mismo, las esposas de los diáconos deben ser mujeres a quienes todos respeten, que no sean chismosas, sino gente seria y dignas de toda confianza.


Al contrario, debe ser hospitalario, amigo del bien, inteligente, justo, santo y disciplinado.


A las ancianas, enséñales que se comporten como personas que respetan a Dios, que no sean chismosas y no beban mucho vino. Deben enseñar lo bueno


¡Pero ustedes han humillado al pobre! Ya olvidaron que son los ricos quienes los maltratan a ustedes y los llevan ante los tribunales.


Con solo mirar a una mujer ya desean tener relaciones sexuales con ella, y nunca se cansan de pecar. Engañan a las personas que tienen una fe débil, y se la pasan deseando tener más y más dinero. ¡Merecen ser castigados por Dios!


Les prometen libertad, cuando ellos mismos son esclavos de la maldad. Pues, cada uno es esclavo de aquello que lo ha dominado.


Ante todo, deben saber que en los últimos días vendrá gente que vivirá de acuerdo con sus malos deseos. Andarán preguntando, en son de burla:


Estos individuos no hacen nada más que criticar y quejarse por todo. Se dejan controlar por sus malos deseos. Hablan con orgullo y les dicen cosas bonitas a los demás para aprovecharse de ellos.


Ellos les decían: «En los últimos tiempos habrá burladores que vivirán según sus malos deseos».


Se le permitió dar vida a la imagen de la primera bestia, para que pudiera hablar, y así mandar a matar a quienes no adoraran la imagen.


Nadie podía comprar ni vender, a menos que llevara la marca. Esta marca es el nombre de la bestia o el número de ese nombre.


Ellos derramaron la sangre de creyentes y de profetas. Ahora tú les has dado a beber sangre. ¡Es un justo castigo!».


Vi que la mujer se había emborrachado con la sangre de los creyentes que dieron su vida por hablar acerca de Jesús. Al verla, quedé muy asombrado.


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