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2 Timoteo 2:22 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

22 Eres joven, no dejes que los malos deseos que se dan a tu edad te dominen. Esfuérzate en hacer lo que es justo, en fortalecer tu fe, en amar a los demás y en estar en paz. Vive todo eso junto con los que oran al Señor con toda sinceridad.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

22 Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

22 Huye de todo lo que estimule las pasiones juveniles. En cambio, sigue la vida recta, la fidelidad, el amor y la paz. Disfruta del compañerismo de los que invocan al Señor con un corazón puro.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

22 Evita los deseos desordenados, propios de la juventud. Busca la rectitud, la fe, el amor, y ten buenas relaciones con aquellos que invocan al Señor con corazón puro.

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La Biblia Textual 3a Edicion

22 Huye de las pasiones juveniles, sigue en pos° de la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón puro invocan al Señor.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 Huye de las ambiciones juveniles. Practica la justicia, la fidelidad, el amor, la paz con los que invocan al Señor con corazón puro.

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2 Timoteo 2:22
28 Referencias Cruzadas  

Mientras lo apedreaban, Esteban oraba. ―Señor Jesús —decía—, recibe mi espíritu.


Y ahora ha llegado aquí con autorización de los jefes de los sacerdotes. Ha venido para llevarse presos a todos los que te adoran.


Pues el reino de Dios no es cuestión de comidas o bebidas. Más bien tiene que ver con dejarse guiar por el Espíritu Santo a una vida de justicia, paz y alegría.


Por lo tanto, esforcémonos en hacer todo lo que conduzca a la paz y que nos ayude a vivir como Dios manda.


Hermanos en la fe, les suplico en el nombre de nuestro Señor Jesucristo que todos vivan en armonía. No permitan que haya divisiones entre ustedes. Pónganse de acuerdo en todo lo que piensan y quieren hacer.


Esta carta va dirigida a ustedes, que son la iglesia de Dios en Corinto. Ustedes han sido elegidos por Dios por medio de Cristo Jesús, para ser miembros de su santo pueblo. Y ese privilegio lo comparten con todos los que oran a nuestro Señor Jesucristo en todo lugar. Él es Señor de todos nosotros.


Por tanto, mis queridos hermanos en la fe, huyan de la adoración a los ídolos.


Hagan el esfuerzo de tener esta clase de amor, y deseen con pasión los dones que da el Espíritu Santo; pero sobre todo pidan la capacidad de comunicar mensajes de Dios.


Huyan de las relaciones sexuales prohibidas. Todos los demás pecados que una persona comete quedan fuera de su cuerpo. Pero el que tiene relaciones sexuales prohibidas peca contra su propio cuerpo.


Pero el amor de nuestro Señor fue grande. No merezco ese amor, pero él me dio la fe y el amor que hay en Cristo Jesús.


Debes hacer esto para que todos amen con un corazón sincero. Que su amor sea el resultado de una conciencia tranquila y de una fe honesta.


Quiero, pues, que en todas partes los hombres oren, levantando las manos al cielo con un corazón sincero, sin enojos ni peleas.


Que nadie te rechace por ser joven. Al contrario, que los creyentes vean en ti un ejemplo a seguir en la manera de hablar y de actuar. Que sigan tu ejemplo de amor, fe y santidad.


Tú, en cambio, eres un hombre al servicio de Dios. Huye de todo eso y esfuérzate en hacer lo que es justo, en amar a Dios, en tener fe, en amar a los demás, en ser paciente y humilde.


Traten de estar en paz con todos, y de vivir en santidad, porque solo los santos verán al Señor.


Queridos hermanos en la fe, en este mundo ustedes viven como extranjeros, pues solo están de paso. Por eso les ruego que abandonen todo deseo de pecar. Recuerden que el pecado es enemigo de su alma.


Que se aparte del mal y haga el bien; que esté en paz con todos siempre.


Querido Gayo, hermano en la fe, no sigas el ejemplo de los que hacen lo malo, sino el ejemplo de los que hacen lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; el que hace lo malo no ha visto a Dios.


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