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2 Corintios 6:5 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

5 Nos han golpeado y encerrado en la cárcel. Hemos sufrido alborotos, hemos hecho trabajos pesados y a veces no hemos dormido ni comido.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

5 en azotes, en cárceles, en tumultos, en trabajos, en desvelos, en ayunos;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Fuimos golpeados, encarcelados, enfrentamos a turbas enfurecidas, trabajamos hasta quedar exhaustos, aguantamos noches sin dormir y pasamos hambre.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 los azotes, las detenciones, las oposiciones violentas, las fatigas, las noches sin dormir y los días sin comer.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 en azotes, en cárceles,° en tumultos, en trabajos fatigosos, en desvelos, en días sin comer,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 en palizas, en cárceles, en tumultos, en fatigas, en desvelos, en ayunos;

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2 Corintios 6:5
48 Referencias Cruzadas  

y mandó decapitar a Juan en la cárcel.


En efecto, Herodes había arrestado a Juan. Lo había encadenado y metido en la cárcel por causa de Herodías, esposa de su hermano Felipe.


Jesús les contestó: ―¿Acaso pueden estar tristes los invitados del novio mientras él está con ellos? Llegará el día en que se les quitará el novio; entonces sí ayunarán.


Así que, después de ayunar, pusieron las manos sobre ellos y oraron para despedirlos.


En eso llegaron de Antioquía y de Iconio unos judíos que hicieron cambiar de parecer a la gente. Apedrearon a Pablo y lo arrastraron fuera de la ciudad, creyendo que estaba muerto.


En cada una de las iglesias nombraron líderes. Luego, con oración y ayuno, le pidieron al Señor que ayudara a estos líderes que habían creído en él.


Pero los judíos, llenos de envidia, reunieron a unos maleantes callejeros. Con ellos organizaron un grupo de alborotadores e hicieron gran escándalo en la ciudad. Asaltaron la casa de Jasón en busca de Pablo y Silas, para que el pueblo los juzgara en público.


Así que estén alerta. Recuerden que día y noche, durante tres años, no he dejado de aconsejar con lágrimas a cada uno en particular.


La discusión se volvió tan violenta que el comandante tuvo miedo de que hicieran pedazos a Pablo. Así que ordenó a los soldados que sacaran a Pablo de allí por la fuerza y lo llevaran al cuartel.


le dijo: «Escucharé lo que tengas que decir cuando lleguen tus acusadores». Y ordenó que lo dejaran bajo vigilancia en el palacio de Herodes.


Luego de dos años, Félix dejó su cargo, y Porcio Festo fue nombrado nuevo gobernador. Pero, como Félix quería agradar a los judíos, dejó preso a Pablo.


Eso es precisamente lo que hice en Jerusalén. Con la autoridad de los jefes de los sacerdotes metí en la cárcel a muchos de los creyentes. Y, cuando los mataban, yo daba mi aprobación.


―Le pido a Dios que, en poco o mucho tiempo, no solo usted, sino también todos los que me están escuchando lleguen a ser como yo, aunque sin estas cadenas.


Durante dos años completos permaneció Pablo en la casa que tenía alquilada, y recibía a todos los que iban a verlo.


Entonces arrestaron a los apóstoles y los metieron en la cárcel común.


Pero soy apóstol gracias al amor de Dios, aunque no merezco ese amor. Ese amor por mí ha dado resultados, pues he trabajado con más fuerza que los demás apóstoles. Sin embargo, reconozco que no soy yo quien lo ha logrado. Ha sido obra de Dios, quien me ha amado sin yo merecerlo.


Hasta el momento pasamos hambre, tenemos sed, nos falta ropa, se nos maltrata, no tenemos una casa propia.


No se nieguen a tener relaciones sexuales el uno con el otro, a no ser de común acuerdo. Y esto, solo por un tiempo, para dedicarse a la oración. No tarden en volver a tener relaciones nuevamente. Si no pueden dominar el deseo de tener relaciones, Satanás podría hacerlos caer en pecado.


He pasado muchos trabajos y dificultades, y muchas veces me he quedado sin dormir. He sufrido hambre y sed, y muchas veces me he quedado en ayunas. He sufrido frío y desnudez.


Yo, Pablo, estoy preso por anunciar el mensaje de Cristo Jesús, y lo he hecho por el bien de ustedes los no judíos.


Es más, los soldados que vigilan el palacio, y todos los demás, saben que estoy preso por servir a Cristo.


Recordarán, hermanos en la fe, nuestros esfuerzos y luchas para anunciarles la buena noticia de Dios. Trabajamos día y noche para que no tuvieran que apoyarnos con dinero.


En efecto, si trabajamos y nos esforzamos es porque hemos puesto nuestra confianza en que el Dios viviente cumplirá sus promesas. Él es el Salvador de todos, especialmente de los que creen.


Así que no te avergüences de hablar acerca de nuestro Señor, ni tampoco de mí, que por anunciar su mensaje estoy preso. Al contrario, tú también, con el poder de Dios, debes soportar sufrimientos por anunciar la buena noticia.


por la que sufro en gran manera, hasta el punto de llevar cadenas como un criminal. Pero la palabra de Dios no está encadenada.


Tú, por el contrario, sé inteligente en todo momento, soporta los sufrimientos y dedícate a anunciar la buena noticia de salvación. Cumple con los deberes del trabajo que Dios te dio.


Otros sufrieron burlas y golpes, e incluso cadenas y cárceles.


Obedezcan a sus dirigentes, respeten sus órdenes. Pues ellos cuidan de ustedes como quienes tienen que rendir cuentas. Obedézcanlos para que ellos cumplan su tarea con alegría y sin quejarse. Si ellos tienen que realizar su tarea quejándose, eso no es provechoso para ustedes.


Quiero que sepan que Timoteo, nuestro hermano en la fe, ha sido puesto en libertad. Si llega pronto, iré con él a verlos.


No tengas miedo de lo que estás por sufrir. Debes saber que el diablo meterá en la cárcel a algunos de ustedes. Lo hará para ponerlos a prueba; y tendrán que sufrir durante diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.


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