Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





2 Corintios 5:17 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

17 Por lo tanto, si alguno está unido a Cristo, es una nueva creación. ¡Nuestra vieja manera de vivir quedó en el pasado, ahora somos nuevas personas!

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado; ¡una nueva vida ha comenzado!

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Toda persona que está en Cristo es una creación nueva. Lo antiguo ha pasado, lo nuevo ha llegado.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

17 De modo que si alguno es nueva criatura en el Mesías, las cosas viejas pasaron; he aquí,° son hechas nuevas.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 De modo que, si alguno está en Cristo es una nueva criatura. Lo viejo pasó. Ha empezado lo nuevo.

Ver Capítulo Copiar




2 Corintios 5:17
46 Referencias Cruzadas  

»Si tienen un buen árbol, su fruto es bueno; si tienen un mal árbol, su fruto es malo. Al árbol se le reconoce por su fruto.


El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras jamás pasarán.


Más bien, el vino nuevo debe echarse en recipientes nuevos.


En aquel día ustedes sabrán que yo estoy en mi Padre, y ustedes en mí, y yo en ustedes.


Toda rama que en mí no da fruto, la corta. Pero toda rama que da fruto la poda, para que dé más fruto todavía.


»Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto. Separados de mí no pueden ustedes hacer nada.


Yo estoy en ellos y tú estás en mí. Permite que alcancen la perfección en la unidad. De esta manera el mundo reconocerá que tú me enviaste. Además, sabrán que los has amado a ellos tal como me has amado a mí.


―Te aseguro que quien no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios —dijo Jesús.


―Te aseguro que quien no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios —respondió Jesús—.


Saluden a Apeles, que ha dado tantas pruebas de su fe en Cristo. Saluden a los de la familia de Aristóbulo.


Saluden a Herodión, mi compatriota. Saluden a los de la familia de Narciso, que son fieles al Señor.


Saluden de mi parte a Priscila y a Aquila, mis compañeros en el servicio a Cristo Jesús.


Saluden a Andrónico y a Junías, mis parientes y compañeros de cárcel. Ellos se convirtieron a Cristo antes que yo, y gozan de buena reputación entre los apóstoles.


Saluden a Urbano, nuestro compañero en servicio a Cristo, y a Estaquis, mi querido hermano en la fe.


Pero ahora, esos deseos no nos dominan. Es como si hubiéramos muerto, quedando libres de la Ley, para servir a Dios. Ahora servimos a Dios con el nuevo poder que nos da el Espíritu. Ya no lo hacemos como antes, obligados a obedecer mandamientos escritos.


Por lo tanto, ya no hay ningún castigo para los que están unidos a Cristo Jesús.


Pero gracias a él ustedes están unidos a Cristo Jesús, y esa unión los hizo sabios. Porque quien está unido a Cristo es declarado justo, es parte del pueblo de Dios y es liberado del pecado.


Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño y razonaba como niño. Pero, cuando llegué a ser adulto, dejé atrás las cosas de niño.


Conozco a un seguidor de Cristo que hace catorce años fue llevado al tercer cielo (no sé si en el cuerpo o fuera del cuerpo; Dios lo sabe).


Así que de ahora en adelante no valoramos a nadie siguiendo criterios humanos. Antes valorábamos a Cristo de esa manera, pero ya no lo hacemos así.


Un mensaje que le dice al mundo que Dios envió a Cristo para reconciliarnos con él. Nuestros pecados fueron perdonados, y se nos encargó la predicación de este mensaje de reconciliación.


Cristo no cometió pecado alguno, pero, por amor a nosotros, Dios lo trató como pecador, para declararnos justos por medio de Cristo.


Ya no importa si son judíos o griegos, esclavos o libres, hombres o mujeres, sino que todos ustedes son iguales gracias a Cristo Jesús.


Gracias a lo que Cristo Jesús hizo por nosotros, ya no importa si estamos o no circuncidados. Lo que importa es creer en Cristo y que esa fe nos lleve a amar a los demás.


Ya no es importante si estamos o no circuncidados. Lo que importa es que seamos personas distintas, porque Dios nos ha creado de nuevo.


Lo que ahora somos, lo hizo Dios. Él, por medio de Cristo Jesús, nos creó de nuevo para que podamos vivir haciendo el bien. Dios así lo había planeado desde un principio.


Así dejó sin valor los mandamientos y reglas de la Ley, para que unidos a él los dos pueblos seamos una nueva humanidad viviendo en paz.


Saluden a todos los creyentes en Cristo Jesús. Los hermanos en la fe que están conmigo les mandan saludos.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos