Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





2 Corintios 12:10 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

10 Por eso siento gozo aun cuando soy débil o soy insultado, cuando tengo necesidades, soy perseguido por enemigos o cuando sufro dificultades por ser fiel a Cristo. Pues, cuando soy débil, entonces soy fuerte.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

10 Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Es por esto que me deleito en mis debilidades, y en los insultos, en privaciones, persecuciones y dificultades que sufro por Cristo. Pues, cuando soy débil, entonces soy fuerte.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Por eso acepto con gusto lo que me toca sufrir por Cristo: enfermedades, humillaciones, necesidades, persecuciones y angustias. Pues si me siento débil, entonces es cuando soy fuerte.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

10 Por lo cual me complazco en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones,° en angustias° por causa del Mesías; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Por eso me complazco, por amor de Cristo, en flaquezas, insultos, necesidades, persecuciones y angustias; porque cuando me siento débil, entonces soy fuerte.

Ver Capítulo Copiar




2 Corintios 12:10
29 Referencias Cruzadas  

Dichosos serán ustedes cuando los odien, cuando los echen de su lado, los insulten y los desprecien por causa del Hijo del hombre.


Los tratarán así por causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió.


Así pues, los apóstoles salieron del tribunal. Estaban llenos de gozo por haber sido considerados dignos de sufrir insultos por causa del nombre de Jesús.


Y no solo esto nos alegra, sino que también nos alegramos de tener que sufrir. Pues sabemos que el sufrimiento nos da más fuerza para soportar.


Por seguir a Cristo, nos consideran unos tontos. A ustedes, en cambio, por seguir a Cristo, los consideran sabios. Los débiles somos nosotros; los fuertes son ustedes. A ustedes se les estima; a nosotros se nos desprecia.


y ayuda en todas nuestras dificultades. Así, con la misma ayuda que de Dios hemos recibido, también nosotros podemos ayudar a todos los que sufren.


Pues el que habla bien de sí mismo no hace bien. Pero quien busca la aprobación del Señor hace bien.


Pero él me dijo: «Mi amor es todo lo que tú necesitas, porque mi poder se hace más presente en tu debilidad». Por lo tanto, prefiero sentirme orgulloso de mis debilidades para que permanezca sobre mí el poder de Cristo.


Es cierto que fue crucificado como si fuera débil, pero ahora vive por el poder de Dios. Nosotros somos tan débiles como él lo fue, pero el poder de Dios está en nosotros gracias a Cristo. Cuando estemos con ustedes verán ese poder.


De hecho, nos alegramos cuando nosotros somos débiles y ustedes, fuertes. También oramos a Dios para que sean completamente fortalecidos.


Los sufrimientos que ahora tenemos son pequeños y no durarán mucho. Pero esas dificultades nos darán una gloria eterna que vale muchísimo más que todo sufrimiento.


Nosotros no hablamos de nosotros mismos, sino de Jesucristo, y lo presentamos como el Señor. Somos tan solo servidores de ustedes porque obedecemos a Jesús.


Él murió por todos, para que nosotros ya no vivamos para nosotros mismos, sino para Cristo, que murió y resucitó por nosotros.


Así que somos representantes de Cristo. Como si Dios les llamara la atención a ustedes por medio de nosotros. Por eso les rogamos, en nombre de Cristo, que se reconcilien con Dios.


Más bien, en todo y con mucha paciencia, demostramos que somos servidores de Dios. Pues con paciencia soportamos los sufrimientos, las necesidades y las dificultades.


Les tengo mucha confianza y me siento muy orgulloso de ustedes. Estoy muy contento; aun en medio de todas nuestras dificultades mi alegría es abundante.


Por último, permitan que el gran poder del Señor les dé fuerza para seguir creyendo.


Pues a ustedes Dios les ha dado no solo el privilegio de creer en Cristo, sino también de sufrir por él.


Ahora, aunque sufro por ustedes, me alegro. Pues así voy completando en mí mismo lo que falta de los sufrimientos de Cristo por su iglesia, que es su cuerpo.


Así que nos sentimos orgullosos de ustedes ante las iglesias de Dios. Pues ustedes continúan confiando en Dios a pesar de soportar toda clase de persecuciones y sufrimientos.


Conoces bien cómo me han perseguido y hecho sufrir mis enemigos. Estás enterado de lo que sufrí en Antioquía, Iconio y Listra, y de los maltratos que soporté. Pero de todo eso me protegió el Señor.


Hermanos en la fe, alégrense mucho cuando tengan que enfrentarse a distintas dificultades.


Te has mantenido fiel, has sufrido por hablar de mí, y no te has desanimado.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos