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1 Tesalonicenses 1:1 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

1 Los saludan Pablo, Silvano y Timoteo. Esta carta va dirigida a la iglesia de los tesalonicenses. Ustedes pertenecen a Dios el Padre y al Señor Jesucristo. Le pido a Dios que les permita gozar de su inmerecido amor y les dé paz.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

1 Pablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia de los tesalonicenses en Dios Padre y en el Señor Jesucristo: Gracia y paz sean a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Nosotros, Pablo, Silas y Timoteo, escribimos esta carta a la iglesia en Tesalónica, a ustedes que pertenecen a Dios Padre y al Señor Jesucristo. Que Dios les dé gracia y paz.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Pablo, Silvano y Timoteo, a la Iglesia de los tesalonicenses, congregada en Dios Padre y en Cristo Jesús el Señor: Permanezcan con ustedes la gracia y la paz.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Pablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia de los tesalonicenses° en Dios Padre y en el Señor Jesús, el Mesías: Gracia a vosotros, y paz.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Pablo, Silvano y Timoteo a la iglesia de los tesalonicenses, fundada en Dios Padre y en el Señor Jesucristo: gracia y paz a vosotros.

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1 Tesalonicenses 1:1
30 Referencias Cruzadas  

Entonces los apóstoles y los líderes decidieron elegir a algunos de ellos y enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé. Lo hicieron de común acuerdo con toda la iglesia. Eligieron a Judas, llamado Barsabás, y a Silas, que eran líderes reconocidos por los creyentes.


Por tanto, les enviamos a Judas y a Silas para que les confirmen personalmente lo que les escribimos.


Pablo, por su parte, eligió a Silas. Después, los creyentes oraron pidiendo al Señor que con amor cuidara a Pablo. Entonces él salió


Los dueños de la joven se dieron cuenta de que se les había acabado la esperanza de ganar dinero. Así que agarraron a Pablo y a Silas y los arrastraron a la plaza, ante las autoridades.


A eso de la medianoche, Pablo y Silas se pusieron a orar y a cantar himnos a Dios, y los otros presos los escuchaban.


El carcelero pidió luz, entró precipitadamente y se echó temblando a los pies de Pablo y de Silas.


Estos judíos eran más estudiosos que los de Tesalónica. Así que recibieron el mensaje con mucho interés. Todos los días examinaban las Escrituras para ver si era verdad lo que se les anunciaba.


Silas y Timoteo llegaron de Macedonia. Entonces Pablo se ocupó por completo de anunciar el mensaje. Les presentaba a los judíos evidencias de que Jesús era el Cristo.


Entonces envió a Macedonia a dos de sus ayudantes, Timoteo y Erasto. Pero él se quedó por algún tiempo en la provincia de Asia.


Lo acompañaron Sópater hijo de Pirro, de Berea; Aristarco y Segundo, de Tesalónica; Gayo, de Derbe; Timoteo; y, por último, Tíquico y Trófimo, de la provincia de Asia.


Les escribo a todos ustedes, que están en Roma, a quienes Dios ama y ha llamado a ser parte de su pueblo santo. Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo les permitan gozar de su inmerecido amor y de su paz.


Esta carta va dirigida a ustedes, que son la iglesia de Dios en Corinto. Ustedes han sido elegidos por Dios por medio de Cristo Jesús, para ser miembros de su santo pueblo. Y ese privilegio lo comparten con todos los que oran a nuestro Señor Jesucristo en todo lugar. Él es Señor de todos nosotros.


Los saluda Pablo, y también Timoteo, nuestro hermano en la fe. Soy apóstol de Cristo Jesús porque Dios así lo quiso. Esta carta va dirigida a ustedes, que son la iglesia de Dios en Corinto, y a todos los creyentes en toda la región de Acaya:


Porque el Hijo de Dios, Jesucristo, a quien Silvano, Timoteo y yo predicamos entre ustedes, siempre fue claro. Él nunca dijo «sí», para luego decir «no», y siempre cumplió lo que dijo.


Reciban también saludos de parte de todos los hermanos en la fe que están conmigo. Esta carta va dirigida a las iglesias que están en la región de Galacia.


Sin embargo, en Judea, las iglesias de Cristo no me conocían personalmente.


Pido a Dios nuestro Padre y al Señor Jesucristo que les permitan gozar de su inmerecido amor y de su paz.


Los saludan Pablo y Timoteo, servidores de Cristo Jesús. Esta carta va dirigida a todos los creyentes en Cristo Jesús que están en Filipos, junto con los líderes y diáconos.


Los saludan Pablo y Timoteo, hermano en la fe. Yo, Pablo, soy apóstol de Cristo Jesús porque Dios así lo quiso.


Los saludan Pablo, Silvano y Timoteo. Esta carta va dirigida a la iglesia de los tesalonicenses, que pertenece a Dios nuestro Padre y al Señor Jesucristo.


Esta carta va dirigida a ti, Timoteo, mi verdadero hijo en la fe. Les pido a Dios el Padre y a Cristo Jesús nuestro Señor que te permitan gozar de su inmerecido amor, de su bondad y de su paz.


Esta carta va dirigida a ti, Timoteo, mi querido hijo en la fe. Les pido a Dios el Padre y a Cristo Jesús nuestro Señor que te permitan gozar de su inmerecido amor, de su misericordia y de su paz.


Quiero que sepan que Timoteo, nuestro hermano en la fe, ha sido puesto en libertad. Si llega pronto, iré con él a verlos.


Les he escrito esta breve carta con la ayuda de Silvano, a quien considero un hermano en la fe en quien puedo confiar. Lo he hecho para animarlos y confirmarles que Dios los ama en verdad, aunque no lo merezcan. Nunca duden de su amor.


Así que, lo que les anunciamos es algo que hemos visto y oído. Lo hacemos para que ustedes tengan una relación de amistad con nosotros, del mismo modo que nosotros tenemos una relación de amigos con el Padre y con su Hijo Jesucristo.


Los saluda Judas, servidor de Jesucristo y hermano de Santiago. Dirijo esta carta a los que son amados por Dios el Padre, protegidos y llamados por Jesucristo.


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