1 Pedro 5:1 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)1 Tengo algo que decirles a los líderes de ustedes. Lo digo yo, que también soy uno de los líderes de la iglesia. Además, soy testigo de los sufrimientos de Cristo y, cuando él nos muestre toda su gloria, yo tendré mi parte. Esto es lo que les ruego: Ver CapítuloMás versionesBiblia Reina Valera 19601 Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada: Ver CapítuloBiblia Nueva Traducción Viviente1 Y ahora, una palabra para ustedes los ancianos en las iglesias. También soy un anciano y testigo de los sufrimientos de Cristo. Y yo también voy a participar de su gloria cuando él sea revelado a todo el mundo. Como anciano igual que ustedes, les ruego: Ver CapítuloBiblia Católica (Latinoamericana)1 Ahora me dirijo a sus Ancianos, dado que yo también soy anciano, y testigo de los sufrimientos de Cristo, y espero ser partícipe de la gloria que ha de manifestarse. Ver CapítuloLa Biblia Textual 3a Edicion1 Exhorto pues a los ancianos entre vosotros (yo anciano también con ellos y testigo de los padecimientos del Mesías, que también soy participante de la gloria que va a ser revelada): Ver CapítuloBiblia Serafín de Ausejo 19751 Así, pues, a los presbíteros que están entre vosotros los exhorto yo, presbítero como ellos, con ellos testigo de los padecimientos de Cristo y con ellos participante de la gloria que se ha de revelar: Ver Capítulo |
A esos profetas se les hizo saber que anunciaban algo que no era para ellos, sino para ustedes. Hablaban de las cosas que ahora les han anunciado a ustedes los que les predicaron la buena noticia. Hablaban por medio del Espíritu Santo enviado del cielo. Estas son cosas que aun los mismos ángeles quisieran poder ver.
El oro, aunque no dura para siempre, se prueba por medio del fuego. Así también la fe de ustedes, que vale mucho más que el oro, tiene que pasar por el fuego de las dificultades. De esta manera se demostrará cuánto confían en Dios. Su fe recibirá entonces la aprobación de Jesucristo cuando aparezca de nuevo. Y recibirán no solo aprobación, sino gloria y honor.