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1 Juan 5:8 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

8 y las tres están de acuerdo: el Espíritu, el agua del bautismo y la sangre de Jesús en la cruz.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

8 Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 —el Espíritu, el agua y la sangre— y los tres están de acuerdo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 el Espíritu, el agua y la sangre, y los tres coinciden en lo mismo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 El Espíritu, el agua, y la sangre; y los tres concuerdan.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 el Espíritu y el agua y la sangre; y los tres concuerdan en lo mismo.

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1 Juan 5:8
14 Referencias Cruzadas  

Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones. Bautícenlos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.


Muchos testificaban falsamente contra él, pero sus declaraciones se contradecían.


»Yo les enviaré, de parte del Padre, al Consolador. Él es el Espíritu de verdad que procede del Padre. Cuando él venga, testificará acerca de mí.


Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante le brotó sangre y agua.


Esto es lo mismo que dijeron los profetas, tal como dicen las Escrituras:


El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios.


nos tomó como propiedad suya. Él puso su Espíritu en nuestro corazón como garantía de sus promesas.


Por eso también Jesús sufrió fuera de la puerta de la ciudad. Al derramar su sangre en la cruz, nos hizo santos ante Dios.


Cuando creímos en Cristo, nuestro entendimiento recibió luz, recibimos un regalo especial de parte de Dios y entramos en compañerismo con el Espíritu Santo. Entendimos el buen mensaje de Dios y el poder que demostrará en el mundo en el cual viviremos después de la muerte. Así que es imposible que aquellos que han dejado de creer en Cristo renueven su arrepentimiento. Pues sería como volver a crucificar a Cristo, al Hijo de Dios, y exponerlo a la vergüenza pública.


El agua simboliza el bautismo que ahora los salva también a ustedes. El bautismo no consiste en la limpieza del cuerpo, sino en comprometerse ante Dios en tener una conciencia limpia. Esta salvación es posible por la resurrección de Jesucristo.


Aceptamos el testimonio de la gente, pero el testimonio de Dios vale mucho más. Y vale más porque el testimonio que Dios da es acerca de su Hijo.


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