Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





1 Juan 2:24 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

24 Quisiera que lo que ustedes han oído desde el principio lo sigan creyendo siempre. Así seguirán siendo amigos del Hijo y del Padre.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

24 Lo que habéis oído desde el principio, permanezca en vosotros. Si lo que habéis oído desde el principio permanece en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

24 Por lo tanto, ustedes deben seguir fieles a lo que se les ha enseñado desde el principio. Si lo hacen, permanecerán en comunión con el Hijo y con el Padre;

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

24 Permanezca en ustedes lo que oyeron desde el principio; si permanece en ustedes lo que oyeron desde el comienzo, también ustedes permanecerán en el Hijo y en el Padre.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

24 Lo que vosotros oísteis desde un principio, permanezca en vosotros. Si lo que oísteis desde un principio permanece en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 En cuanto a vosotros, que permanezca en vosotros lo que desde el principio habéis oído. Si permanece en vosotros lo que habéis oído desde el principio, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre.

Ver Capítulo Copiar




1 Juan 2:24
27 Referencias Cruzadas  

Han querido decirlas tal y como las contaron los que desde el principio fueron testigos presenciales y servidores de la palabra.


―Presten mucha atención a lo que les voy a decir. El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de sus enemigos.


Le contestó Jesús: ―El que me ama obedecerá mi palabra. Mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos nuestra morada en él.


Si permanecen en mí y mis enseñanzas permanecen en ustedes, pidan lo que quieran, y se les concederá.


El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.


―¿Quién eres tú? —le preguntaron. ―En primer lugar, ¿qué tengo que explicarles? —contestó Jesús—.


Y ustedes mismos, filipenses, saben que así es. Pues en el principio de la predicación de la buena noticia, cuando salí de Macedonia, ninguna iglesia me ayudó. Solo ustedes fueron parte de la bendición de dar y recibir.


Que toda la riqueza de las enseñanzas de Cristo los guíe siempre. Si tienen que enseñar o dar un consejo, háganlo con toda sabiduría. Canten salmos, himnos y canciones espirituales para que den gracias a Dios de todo corazón.


Por eso es necesario que prestemos más atención al mensaje que hemos oído, no sea que perdamos el rumbo.


Hemos llegado a tener parte con Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin la confianza que tuvimos al principio.


Así que, lo que les anunciamos es algo que hemos visto y oído. Lo hacemos para que ustedes tengan una relación de amistad con nosotros, del mismo modo que nosotros tenemos una relación de amigos con el Padre y con su Hijo Jesucristo.


Pero, si vivimos en la luz, así como Dios está en la luz, viviremos como amigos unos con otros. Además, por medio de la sangre de su Hijo Jesucristo, Dios nos perdonará nuestros pecados.


Queridos hermanos en la fe, no les estoy escribiendo un mandamiento nuevo. Les escribo un mandamiento antiguo que ustedes han conocido desde el principio. Este mandamiento antiguo es el mensaje que ya oyeron.


El que obedece sus mandamientos es amigo de Dios, y Dios es amigo de él. ¿Cómo sabemos que él es nuestro amigo? Por el Espíritu que nos dio.


Dios nos ha dado su Espíritu, y por eso sabemos que vivimos perfectamente unidos a él.


El que confiesa que Jesús es el Hijo de Dios vivirá perfectamente unido a Dios.


Y nosotros hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor y, por eso, el que ama a los demás está perfectamente unido a Dios.


Es justamente la verdad la que nos hace amarlos, porque la verdad permanece en nosotros y estará con nosotros para siempre.


Todo el que se desvía de la enseñanza de Cristo y no la obedece se aleja de Dios. En cambio, el que la obedece se acerca más al Padre y al Hijo.


Me alegró mucho recibir la visita de algunos hermanos en la fe. Me alegré al escucharlos decir que tú sigues confiando en la verdad que Cristo nos enseñó.


Vengo pronto. Aférrate a la fe que tienes, para que nadie te quite la corona.


Así que recuerda lo que has aprendido acerca de Dios, obedécelo y arrepiéntete. Si no te mantienes alerta y en obediencia, cuando menos lo esperes caeré sobre ti como un ladrón.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos