Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





1 Corintios 2:3 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

3 Es más, cuando me presenté ante ustedes, me sentía sin importancia y temblaba de miedo.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

3 Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor;

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Me acerqué a ustedes en debilidad: con timidez y temblor.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Yo mismo me sentí débil ante ustedes, tímido y tembloroso.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

3 Y llegué a vosotros con debilidad, y con temor y con mucho temblor;°

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Y me presenté ante vosotros débil y con mucho temor y temblor.

Ver Capítulo Copiar




1 Corintios 2:3
22 Referencias Cruzadas  

Atravesando Anfípolis y Apolonia, Pablo y Silas llegaron a Tesalónica, donde había una sinagoga de los judíos.


Después de esto, Pablo se marchó de Atenas y se fue a Corinto.


Cuando Galión era gobernador de Acaya, los judíos se pusieron de acuerdo para atacar a Pablo y llevarlo al tribunal.


Pero los judíos se opusieron a Pablo y lo insultaron. Entonces este se sacudió la ropa en señal de protesta y les dijo: «¡Ustedes son ahora responsables de sus acciones! Si Dios los castiga, no es culpa mía. De ahora en adelante les anunciaré el mensaje a los no judíos».


Yo, Pablo, por la ternura y la bondad de Cristo, les hago un ruego. Algunos dicen que soy tímido cuando me encuentro cara a cara con ustedes, pero muy valiente cuando estoy lejos.


Hay algunos que dicen: «Sus cartas son duras y fuertes, pero él en persona no impresiona a nadie, y como predicador es un fracaso».


Es cierto que fue crucificado como si fuera débil, pero ahora vive por el poder de Dios. Nosotros somos tan débiles como él lo fue, pero el poder de Dios está en nosotros gracias a Cristo. Cuando estemos con ustedes verán ese poder.


De hecho, nos alegramos cuando nosotros somos débiles y ustedes, fuertes. También oramos a Dios para que sean completamente fortalecidos.


Por esto, ya que por la misericordia de Dios se nos permite servirle, no nos desanimamos.


Por tanto, no nos desanimamos. Al contrario, aunque por fuera nuestro cuerpo se va gastando, por dentro nuestra fuerza se va renovando día tras día.


Más bien, en todo y con mucha paciencia, demostramos que somos servidores de Dios. Pues con paciencia soportamos los sufrimientos, las necesidades y las dificultades.


Ahora Tito les tiene aún más cariño, pues recuerda que todos ustedes fueron obedientes y lo recibieron con muchísimo respeto.


Cuando llegamos a Macedonia, no tuvimos ningún descanso. Más bien, encontramos dificultades por todas partes. Nos vimos rodeados de problemas y luchando con el temor.


Esclavos, obedezcan a sus amos acá en la tierra. Obedezcan con profundo respeto, y no por obligación. Háganlo como si estuvieran obedeciendo a Cristo.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos