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Rut 3:10 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

10 —Que el Señor te bendiga, hija mía. Esta nueva muestra de lealtad de tu parte supera la anterior, ya que no has ido en busca de hombres jóvenes, sean ricos o pobres.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

10 Y él dijo: Bendita seas tú de Jehová, hija mía; has hecho mejor tu postrera bondad que la primera, no yendo en busca de los jóvenes, sean pobres o ricos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 —¡El Señor te bendiga, hija mía! —exclamó Booz—. Muestras aún más lealtad familiar ahora que antes, pues no has ido tras algún hombre más joven, sea rico o pobre.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 ¡Que Yavé te bendiga, hija mía, replicó él, pues este acto tuyo de piedad es mayor que el primero, ya que no has elegido a hombres jóvenes, ricos o pobres!

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Y él dijo: ¡Bendita seas de YHVH, hija mía! Has hecho que tu postrera bondad sea mayor que la primera, no yendo tras los jóvenes, sean pobres o ricos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Dijo entonces él: '¡Bendita seas tú de parte de Yahveh, hija mía! Tu segundo acto de piedad ha sido todavía mejor que el primero, pues no has ido en busca de jóvenes, pobres o ricos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

10 Y él dijo: Bendita seas tú de Jehová, hija mía; pues has hecho mejor tu postrera gracia que la primera, no yendo tras los jóvenes, sean pobres o ricos.

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Rut 3:10
8 Referencias Cruzadas  

—¡Ven, bendito del Señor! —le dijo—. ¿Por qué te quedas afuera? ¡Ya he preparado la casa y un lugar para los camellos!


Entonces Noemí dijo a sus dos nueras: —¡Miren, vuelva cada una a la casa de su madre! Que el Señor las trate a ustedes con el mismo amor y lealtad que ustedes han mostrado con los que murieron y conmigo.


—Ya me han contado —respondió Booz—, todo lo que has hecho por tu suegra desde que murió tu esposo; cómo dejaste padre y madre, y la tierra donde naciste, y viniste a vivir con un pueblo que antes no conocías.


—¡Que el Señor lo bendiga! —exclamó Noemí delante de su nuera—. El Señor no ha dejado de mostrar su fiel amor hacia los vivos y los muertos. Ese hombre es nuestro pariente cercano; es uno de los parientes que nos pueden redimir.


En eso llegó Booz desde Belén y saludó a los segadores: —¡Que el Señor esté con ustedes! —¡Que el Señor lo bendiga! —respondieron ellos.


—¿Quién eres? —preguntó. —Soy Rut, su sierva. Extienda sobre mí el borde de su manto, ya que usted es un pariente que me puede redimir.


Cuando Samuel llegó, Saúl dijo: —¡Que el Señor te bendiga! He cumplido las instrucciones del Señor.


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