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Rut 1:8 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

8 Entonces Noemí dijo a sus dos nueras: —¡Miren, vuelva cada una a la casa de su madre! Que el Señor las trate a ustedes con el mismo amor y lealtad que ustedes han mostrado con los que murieron y conmigo.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

8 Y Noemí dijo a sus dos nueras: Andad, volveos cada una a la casa de su madre; Jehová haga con vosotras misericordia, como la habéis hecho con los muertos y conmigo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Sin embargo, ya puestas en camino, Noemí les dijo a sus dos nueras: —Vuelva cada una a la casa de su madre, y que el Señor las recompense por la bondad que mostraron a sus esposos y a mí.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Cuando estaban en camino de regreso a Judá, Noemí dijo a sus nueras: 'Creo que es mejor que ustedes se vayan a sus casas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Dijo entonces Noemí a sus dos nueras: Andad, volveos cada una a la casa de su madre, ¡haga YHVH con vosotras misericordia, como la habéis hecho con los difuntos y conmigo!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Pero Noemí dijo entonces a sus dos nueras: 'Id y volved cada una a casa de vuestra madre. Que Yahveh tenga misericordia con vosotras como vosotras la habéis tenido con los que murieron y conmigo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

8 Y Noemí dijo a sus dos nueras: Andad, volveos cada una a la casa de su madre: Jehová haga con vosotras misericordia, como la habéis hecho con los muertos y conmigo.

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Rut 1:8
14 Referencias Cruzadas  

Y ahora, que el Señor muestre a ustedes su amor y fidelidad, aunque yo también quiero recompensarlos por esto que han hecho.


Esposas, sométanse a sus propios esposos como al Señor.


Esposas, sométanse a sus esposos, como conviene en el Señor.


conscientes de que el Señor los recompensará con la herencia. Ustedes sirven a Cristo el Señor.


murieron también Majlón y Quilión, y Noemí se quedó viuda y sin hijos.


Salió, pues, con sus dos nueras del lugar donde había vivido, y juntas emprendieron el camino que las llevaría hasta la tierra de Judá.


Que el Señor les conceda hallar seguridad en un nuevo hogar al lado de un nuevo esposo. Luego las besó. Pero ellas, deshechas en llanto,


—¡Que el Señor lo bendiga! —exclamó Noemí delante de su nuera—. El Señor no ha dejado de mostrar su fiel amor hacia los vivos y los muertos. Ese hombre es nuestro pariente cercano; es uno de los parientes que nos pueden redimir.


—Que el Señor te bendiga, hija mía. Esta nueva muestra de lealtad de tu parte supera la anterior, ya que no has ido en busca de hombres jóvenes, sean ricos o pobres.


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