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Oseas 5:10 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

10 Los líderes de Judá se parecen a los que alteran los linderos. ¡Derramaré mi enojo sobre ellos como agua en una inundación!

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

10 Los príncipes de Judá fueron como los que traspasan los linderos; derramaré sobre ellos como agua mi ira.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 »Los líderes de Judá han llegado a ser como ladrones; por lo tanto, derramaré mi enojo sobre ellos como una cascada.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Como los reyes de Judá han tratado de ensanchar sus dominios, mi furor los va a llevar como un torrente.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Los príncipes de Judá son como los que desplazan linderos,° Derramaré mi ira sobre ellos como el agua.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 los príncipes de Judá son como los que desplazan los linderos; sobre ellos derramaré mi furor como agua.

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Oseas 5:10
15 Referencias Cruzadas  

Que te invoquen todos los fieles en momentos que puedas ser hallado; caudalosas aguas podrán desbordarse, pero no los alcanzarán.


Descarga tu furia sobre ellos; que tu ardiente ira los alcance.


Todo el día me rodean como un océano; me han cercado por completo.


Iniciar una pelea es romper una represa; vale más retirarse que comenzarla.


No cambies de lugar los linderos antiguos que establecieron tus antepasados.


Tus gobernantes son rebeldes, cómplices de ladrones; todos aman el soborno y van detrás de las recompensas. No abogan por el huérfano ni se ocupan de la causa de la viuda.


Así como se funde la plata en medio del horno, así serán fundidos ustedes en medio de la ciudad; entonces sabrán que yo, el Señor, he derramado mi ira contra ustedes”».


Ya estoy por descargar sobre ti mi furor; desahogaré mi enojo contra ti. Te juzgaré según tu conducta; te pediré cuentas por todas tus acciones detestables.


Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, soplaron los vientos y azotaron aquella casa. Esta se derrumbó y grande fue su ruina».


Pero el que oye mis palabras y no las pone en práctica se parece a un hombre que construyó una casa sobre tierra y sin cimientos. Tan pronto como la azotó el torrente, la casa se derrumbó y el desastre fue terrible».


Cuando ocupes el territorio que el Señor tu Dios te da como herencia, no reduzcas el límite de la propiedad de tu prójimo, la que hace mucho tiempo fue señalada.


«Maldito sea quien altere los límites de la propiedad de su prójimo». Y todo el pueblo dirá: «¡Amén!».


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