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Números 10:9 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

9 »Cuando estén ya en su propia tierra y tengan que salir a la guerra contra el enemigo opresor, las trompetas darán la señal de combate. Entonces el Señor su Dios se acordará de ustedes y los salvará de sus enemigos.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

9 Y cuando saliereis a la guerra en vuestra tierra contra el enemigo que os molestare, tocaréis alarma con las trompetas; y seréis recordados por Jehová vuestro Dios, y seréis salvos de vuestros enemigos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 »Cuando lleguen a su propia tierra y vayan a la guerra contra sus enemigos que los atacan, darán la alarma con las trompetas. Entonces el Señor su Dios los recordará y los rescatará de sus enemigos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Cuando ya estén en su tierra y salgan a combatir al enemigo que les trae la guerra, ustedes tocarán las trompetas con estrépito; así se acordará Yavé, Dios de ustedes, y los librará de sus enemigos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Cuando entréis en guerra, en vuestro país, contra el enemigo que os ataca, tocaréis las trompetas con alarma, y se os recordará ante YHVH vuestro Dios, y seréis salvos de vuestros enemigos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Cuando en vuestra tierra salgáis a guerrear contra un enemigo que os ataque, tocaréis a zafarrancho, y entonces Yahveh, vuestro Dios, se acordará de vosotros y seréis librados de vuestros enemigos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

9 Y cuando saliereis a la guerra en vuestra tierra contra el enemigo que os atacare, tocaréis alarma con las trompetas; y seréis recordados delante de Jehová vuestro Dios, y seréis salvos de vuestros enemigos.

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Números 10:9
34 Referencias Cruzadas  

Dios se acordó entonces de Noé y de todos los animales salvajes y domésticos que estaban con él en el arca. Hizo que soplara un fuerte viento sobre la tierra y las aguas comenzaron a bajar.


Así que Dios, con sus sacerdotes, va al frente de nosotros. Las trompetas están listas para dar la orden de ataque contra ustedes. ¡Israelitas, no peleen contra el Señor, Dios de sus antepasados, pues no podrán vencerlo!».


Cuando los de Judá miraron hacia atrás, se dieron cuenta de que los israelitas los atacaban también por la retaguardia. Entonces clamaron al Señor y los sacerdotes tocaron las trompetas.


Acuérdate de mí, Señor, cuando muestres tu bondad a tu pueblo; ven en mi ayuda el día de tu salvación,


Sus enemigos los oprimieron, los sometieron a su poder.


Al que nunca nos olvida, aunque estemos humillados; su gran amor perdura para siempre.


Cuando sobre las montañas se alce la bandera y suene la trompeta, ¡fíjense, habitantes del mundo! ¡Escuchen, pobladores de la tierra!


«¡Grita con toda tu fuerza, no te reprimas! Alza tu voz como trompeta. Denúnciale a mi pueblo sus rebeldías; sus pecados, a los descendientes de Jacob.


¡Qué angustia, qué angustia! ¡Me retuerzo de dolor! Mi corazón se agita. ¡Ay, corazón mío! ¡No puedo callarme! Puedo escuchar el toque de trompeta y el grito de guerra.


¿Hasta cuándo tendré que ver la bandera y escuchar el toque de la trompeta?


»¡Anúncienlo en Judá, proclámenlo en Jerusalén! ¡Toquen la trompeta por toda esta tierra! Griten a voz en cuello: “¡Reúnanse y entremos en las ciudades fortificadas!”.


Vienen días», afirma el Señor, «en que yo haré resonar el grito de guerra contra Rabá de los amonitas y se convertirá en un montón de ruinas; sus villas serán incendiadas. Entonces Israel despojará de todo a los que de todo la despojaron», afirma el Señor.


»¡Huyan a un lugar seguro, benjamitas! ¡Huyan de Jerusalén! ¡Toquen la trompeta en Tecoa! ¡Levanten señal en Bet Haqueren! Porque una desgracia, una gran destrucción, nos amenaza desde el norte.


Yo aposté centinelas para ustedes y dije: “Presten atención al toque de trompeta”. Pero ellos dijeron: “No prestaremos atención”.


»Aunque toquen la trompeta y preparen todo, nadie saldrá a la batalla, porque mi enojo caerá sobre toda la multitud.


»Toquen el cuerno en Guibeá, hagan sonar la trompeta en Ramá, lancen el grito de guerra en Bet Avén: “¡Cuídate las espaldas, Benjamín!”.


que dijera a los israelitas: «El primer día del mes séptimo será para ustedes un día de reposo, una conmemoración con toques de trompeta, una asamblea sagrada.


¿Se toca la trompeta en la ciudad sin que el pueblo se alarme? ¿Ocurrirá en la ciudad alguna desgracia que el Señor no haya enviado?


día de trompeta y grito de batalla contra las ciudades fortificadas, contra las torres altas.


Moisés envió a la guerra a los mil hombres de cada tribu. Con ellos iba Finés, hijo del sacerdote Eleazar, quien tenía a su cargo los utensilios del santuario y las trompetas que darían la señal de ataque.


Y si la trompeta no da un toque claro, ¿quién se va a preparar para la batalla?


Cuando salgas a pelear contra tus enemigos y veas un ejército superior al tuyo, con muchos caballos y carros de guerra, no les temas porque el Señor tu Dios, que te sacó de Egipto, estará contigo.


Cuando todos escuchen el toque de trompeta, el pueblo deberá gritar a voz en cuello. Entonces los muros de la ciudad se derrumbarán y cada uno entrará sin impedimento».


los sidonios, los amalecitas y los maonitas los oprimían y ustedes clamaron a mí para que los ayudara, ¿acaso no los libré de su dominio?


los cuales desde entonces y durante dieciocho años destrozaron y agobiaron a todos los israelitas que vivían en Galaad, un territorio amorreo, al otro lado del Jordán.


Cada vez que el Señor levantaba entre ellos un líder, el Señor estaba con él. Mientras ese líder vivía, los libraba del poder de sus enemigos, porque el Señor se compadecía de ellos al oírlos gemir por causa de quienes los oprimían y afligían.


Cuando llegó allí, tocó la trompeta en la región montañosa de Efraín y los israelitas descendieron de la montaña, con él a la cabeza.


Entonces Gedeón, tomado por el Espíritu del Señor, tocó la trompeta y todos los del clan de Abiezer fueron convocados a seguirlo.


y los libré de su poder. También los libré del poder de todos sus opresores, a quienes expulsé de la presencia de ustedes para entregarles su tierra”.


Allí dijo a los israelitas: «Así dice el Señor, Dios de Israel: “Yo saqué a Israel de Egipto. Yo los libré a ustedes del poder de los egipcios y de todos los reinos que los oprimían”.


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