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Lucas 4:27 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

27 Así mismo, había en Israel muchos con alguna enfermedad de la piel en tiempos del profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue sanado, sino Naamán el sirio».

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

27 Y muchos leprosos había en Israel en tiempo del profeta Eliseo; pero ninguno de ellos fue limpiado, sino Naamán el sirio.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

27 También muchas personas en Israel tenían lepra en el tiempo del profeta Eliseo, pero el único sanado fue Naamán, un sirio».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

27 También había muchos leprosos en Israel en tiempos del profeta Eliseo, y ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, el sirio.

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La Biblia Textual 3a Edicion

27 Y muchos leprosos había en Israel en tiempo del profeta Eliseo, y ninguno de ellos fue limpiado, sino Naamán el sirio.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

27 Y muchos leprosos había en Israel en tiempo del profeta Eliseo; pero ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, el sirio'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

27 Y muchos leprosos había en Israel en tiempo del profeta Eliseo; pero ninguno de ellos fue limpiado, sino Naamán el sirio.

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Lucas 4:27
10 Referencias Cruzadas  

»¿Quién puede enseñarle algo a Dios, si es él quien juzga a las grandes eminencias?


¿Por qué le echas en cara que no responde por ninguno de sus actos?


¿Quién puede pedirle cuentas de sus actos? ¿Quién puede decirle que ha actuado mal?


Ninguno de los pueblos de la tierra merece ser tomado en cuenta. Dios hace lo que quiere con los poderes celestiales y con los pueblos de la tierra. No hay quien se oponga a su poder ni quien le pida cuentas de sus actos.


Entró en la casa de Dios; él y sus compañeros comieron los panes consagrados a Dios, lo que no se les permitía a ellos, sino solo a los sacerdotes.


Jesús extendió la mano y tocó al hombre. —Sí, quiero —dijo—. ¡Queda limpio! Y al instante quedó sano de la enfermedad en la piel.


Al oír esto, todos los que estaban en la sinagoga se enfurecieron.


Mientras estaba con ellos, los protegía y los cuidaba mediante el nombre que me diste y ninguno se perdió sino aquel que eligió perderse, a fin de que se cumpliera la Escritura.


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