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Lucas 23:4 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

4 Entonces Pilato declaró a los jefes de los sacerdotes y a la multitud: —No encuentro que este hombre sea culpable de nada.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

4 Y Pilato dijo a los principales sacerdotes, y a la gente: Ningún delito hallo en este hombre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Pilato se dirigió a los principales sacerdotes y a la multitud y les dijo: —¡No encuentro ningún delito en este hombre!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Pilato se dirigió a los jefes de los sacerdotes y a la multitud. Les dijo: 'Yo no encuentro delito alguno en este hombre.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Pilato dijo entonces a los principales sacerdotes y a las multitudes: Ningún delito hallo en este hombre.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Dijo luego Pilato a los pontífices y al pueblo: 'Yo no encuentro delito alguno en este hombre'.

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Lucas 23:4
13 Referencias Cruzadas  

—¿Y qué es la verdad? —preguntó Pilato. Dicho esto, salió otra vez a ver a los judíos. —Yo no encuentro que este sea culpable de nada —declaró—.


«Él no cometió ningún pecado ni hubo engaño en su boca».


sino con la preciosa sangre de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin defecto.


Por tercera vez les habló: —Pero ¿qué crimen ha cometido este hombre? No encuentro que él sea culpable de nada que merezca la pena de muerte, así que le daré una paliza y después lo soltaré.


Pilato les preguntó: —¿Por qué? ¿Qué crimen ha cometido? Pero ellos gritaban aún más fuerte: —¡Crucifícalo!


Porque Cristo murió por los pecados una vez por todas, el justo por los injustos, a fin de llevarlos a ustedes a Dios. Él sufrió la muerte en su cuerpo, pero el Espíritu hizo que volviera a la vida.


Nos convenía tener un sumo sacerdote así: santo, irreprochable, puro, apartado de los pecadores y exaltado sobre los cielos.


Mientras Pilato estaba sentado en el tribunal, su esposa le envió el siguiente recado: «No te metas con ese justo, pues, por causa de él, hoy he sufrido mucho en un sueño».


El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros antepasados, ha glorificado a su siervo Jesús. Ustedes lo entregaron y lo rechazaron ante Pilato, aunque este había decidido soltarlo.


He llegado a la conclusión de que él no ha hecho nada que merezca la muerte, pero como apeló al emperador, he decidido enviarlo a Roma.


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