Biblia Todo Logo
La Biblia Online

- Anuncios -





Lucas 19:5 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

5 Llegando al lugar, Jesús miró hacia arriba y le dijo: —Zaqueo, baja enseguida. Tengo que quedarme hoy en tu casa.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

5 Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Cuando Jesús pasó, miró a Zaqueo y lo llamó por su nombre: «¡Zaqueo! —le dijo—. ¡Baja enseguida! Debo hospedarme hoy en tu casa».

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Cuando llegó Jesús al lugar, miró hacia arriba y le dijo: 'Zaqueo, baja en seguida, pues hoy tengo que quedarme en tu casa.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

5 Cuando Jesús llegó al lugar, miró hacia arriba y le dijo: Zaqueo, baja de prisa, porque es necesario que hoy pose en tu casa.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Cuando Jesús llegó a aquel sitio, miró hacia arriba y le dijo: 'Zaqueo, baja de prisa; porque conviene que hoy me quede en tu casa'.

Ver Capítulo Copiar




Lucas 19:5
17 Referencias Cruzadas  

Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, cenaré con él y él conmigo.


Le contestó Jesús: —El que me ama obedecerá mi palabra y mi Padre lo amará; vendremos a él y haremos nuestra morada en él.


No se olviden de practicar la hospitalidad, pues gracias a ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.


—¿De dónde me conoces? —preguntó Natanael. Jesús respondió: —Antes de que Felipe te llamara, cuando aún estabas bajo la higuera, ya te había visto.


para que por fe Cristo habite en sus corazones. Y pido que, arraigados y cimentados en amor,


Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.


»”Pasé junto a ti y te vi revolcándote en tu propia sangre. Estando en tu propia sangre te dije: ¡Vive!


Y todo lo que te venga a la mano, hazlo con todo empeño; porque en los dominios de la muerte, adonde te diriges, no hay trabajo ni planes ni conocimiento ni sabiduría.


Nosotros, colaboradores de Dios, les rogamos que no reciban su gracia en vano.


Resulta que había allí un hombre llamado Zaqueo, jefe de los recaudadores de impuestos, que era rico.


Por eso se adelantó corriendo y se subió a un árbol sicómoro para poder verlo, ya que Jesús iba a pasar por allí.


Así que se apresuró a bajar y, muy contento, recibió a Jesús en su casa.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios