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Lucas 17:16 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

16 Cayó rostro en tierra a los pies de Jesús y le dio las gracias, no obstante que era samaritano.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

16 y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y este era samaritano.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

16 Y cayó al suelo, a los pies de Jesús, y le agradeció por lo que había hecho. Ese hombre era samaritano.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

16 y se echó a los pies de Jesús con el rostro en tierra, dándole las gracias. Era un samaritano.

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 y cayó sobre su rostro a sus pies, dándole gracias (y era samaritano).

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 y se postró ante los pies de Jesús, para darle las gracias. Precisamente éste era samaritano.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

16 y se postró sobre su rostro a sus pies, dándole gracias; y este era samaritano.

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Lucas 17:16
21 Referencias Cruzadas  

Al oír que Dios le hablaba, Abram cayó rostro en tierra y Dios continuó diciendo:


Jesús envió a estos doce con las siguientes instrucciones: «No vayan a comunidades de los gentiles ni entren en ningún pueblo de los samaritanos.


Cuando llegaron a la casa, vieron al niño con María, su madre, y postrándose lo adoraron. Abrieron sus cofres y presentaron como regalos: oro, incienso y mirra.


La mujer, sabiendo lo que había sucedido, se acercó temblando de miedo y, arrojándose a sus pies, confesó toda la verdad.


—¿Acaso no quedaron limpios los diez? —preguntó Jesús—. ¿Dónde están los otros nueve?


Al ver esto, Simón Pedro cayó de rodillas delante de Jesús y le dijo: —¡Apártate de mí, Señor; soy un pecador!


Entonces, como los judíos no se relacionaban con los samaritanos, la mujer respondió: —¿Cómo se te ocurre pedirme agua, si tú eres judío y yo soy samaritana?


para que todos honren al Hijo como lo honran a él. El que se niega a honrar al Hijo no honra al Padre que lo envió.


—¿No tenemos razón al decir que eres un samaritano y que estás endemoniado? —replicaron los judíos.


Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, hasta en los confines de la tierra.


y los secretos de su corazón quedarán al descubierto. Así que se postrará ante Dios y lo adorará, exclamando: «¡Realmente Dios está entre ustedes!».


Me postré a sus pies para adorarlo. Pero él me dijo: «¡No, cuidado! Soy un siervo como tú y como tus hermanos que se mantienen fieles al testimonio de Jesús. ¡Adora solo a Dios! El testimonio de Jesús es el espíritu que inspira la profecía».


los veinticuatro ancianos se postraban ante él y adoraban al que vive por los siglos de los siglos. Y deponían sus coronas delante del trono exclamando:


Los cuatro seres vivientes exclamaron: «¡Amén!», mientras los ancianos se postraron y adoraron.


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