Lucas 16:3 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

³ El administrador reflexionó: “¿Qué voy a hacer ahora que mi amo está por quitarme el puesto? No tengo fuerzas para cavar y me da vergüenza pedir limosna.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

³ Entonces el mayordomo dijo para sí: ¿Qué haré? Porque mi amo me quita la mayordomía. Cavar, no puedo; mendigar, me da vergüenza.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³ »El administrador pensó: “¿Y ahora qué haré? Mi jefe me ha despedido. No tengo fuerzas para cavar zanjas y soy demasiado orgulloso para mendigar.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³ El administrador se dijo: '¿Qué voy a hacer ahora que mi patrón me despide de mi empleo? Para trabajar la tierra no tengo fuerzas, y pedir limosna me da vergüenza.

La Biblia Textual 3a Edicion

³ Entonces el mayordomo dijo para sí: ¿Qué haré?,° porque mi amo me quita la mayordomía. Para cavar, no tengo fuerzas, y mendigar, me da vergüenza.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³ El administrador se dijo entonces para sí: '¿Qué voy a hacer, ahora que mi señor me quita la administración? Para cavar, ya no tengo fuerzas; pedir limosna, me da vergüenza.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

³ Entonces el mayordomo dijo dentro de sí: ¿Qué haré? Porque mi señor me quita la mayordomía. Cavar, no puedo; mendigar, me da vergüenza.

Lucas 16:3 Referencias Cruzadas

Ester 6:6

Cuando entró Amán, el rey le preguntó: —¿Cómo se debe tratar al hombre a quien el rey desea honrar? Entonces Amán dijo para sí: «¿A quién va a querer honrar el rey sino a mí?».

Proverbios 13:4

El perezoso codicia y no satisface sus anhelos; el diligente prospera en todo lo que anhela.

Proverbios 15:19

El camino del perezoso está plagado de espinas, pero la senda del justo es como una calzada.

Proverbios 18:9

El que es negligente en su trabajo confraterniza con el que es destructivo.

Proverbios 19:15

La pereza conduce al sueño profundo; el holgazán pasará hambre.

Proverbios 20:4

El perezoso no labra la tierra en la estación adecuada; en tiempo de cosecha buscará y no hallará.

Proverbios 29:21

El criado consentido desde niño se convertirá en una persona insolente.

Isaías 10:3

¿Qué van a hacer cuando deban rendir cuentas, cuando llegue desde lejos la tormenta? ¿A quién acudirán en busca de ayuda? ¿En dónde dejarán sus riquezas?

Jeremías 5:31

Los profetas profieren mentiras, los sacerdotes gobiernan a su antojo, ¡y mi pueblo tan campante! Pero ¿qué van a hacer ustedes cuando todo haya terminado?

Oseas 9:5

¿Qué harán ustedes en el día de festividad, en el día de la fiesta del Señor?

Mateo 20:8

»Al atardecer, el dueño del viñedo ordenó a su capataz: “Llama a los obreros y págales su salario, comenzando por los últimos contratados hasta llegar a los primeros”.

Marcos 10:46

Después llegaron a Jericó. Más tarde, salió Jesús de la ciudad acompañado de sus discípulos y de una gran multitud. Un mendigo ciego llamado Bartimeo (el hijo de Timeo) estaba sentado junto al camino.

Lucas 12:17

Así que se puso a pensar: “¿Qué voy a hacer? No tengo dónde almacenar mi cosecha”.

Lucas 16:2

Así que lo mandó a llamar y le dijo: “¿Qué es esto que me dicen de ti? Rinde cuentas de tu administración, porque ya no puedes seguir en tu puesto”.

Lucas 16:20

A la puerta de su casa se tendía un mendigo llamado Lázaro, que estaba cubierto de llagas

Lucas 16:22

»Resulta que murió el mendigo y los ángeles se lo llevaron para que estuviera al lado de Abraham. También murió el rico y lo sepultaron.

Lucas 16:4

Tengo que asegurarme de que, cuando me echen de la administración, haya gente que me reciba en su casa. ¡Ya sé lo que voy a hacer!”.

Lucas 18:4

Durante algún tiempo él se negó, pero por fin concluyó: “Aunque no temo a Dios ni tengo consideración de nadie,

Juan 9:8

Sus vecinos y los que lo habían visto pedir limosna decían: «¿No es este el que se sienta a mendigar?».

Hechos 3:2

Junto a la puerta llamada Hermosa había un hombre lisiado de nacimiento, al que todos los días dejaban allí para que pidiera limosna a los que entraban en el Templo.

Hechos 9:6

Levántate y entra en la ciudad, que allí se te dirá lo que tienes que hacer.

2 Tesalonicenses 3:11

Nos hemos enterado de que entre ustedes hay algunos que andan de vagos, sin trabajar en nada, y que solo se meten en lo que no les importa.