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Lucas 13:19 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

19 Se parece a una semilla de mostaza que un hombre sembró en su huerto. Creció hasta convertirse en un árbol y las aves anidaron en sus ramas.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

19 Es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su huerto; y creció, y se hizo árbol grande, y las aves del cielo anidaron en sus ramas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

19 Es como una pequeña semilla de mostaza que un hombre sembró en un jardín; crece y se convierte en un árbol, y los pájaros hacen nidos en las ramas».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

19 Es semejante a un grano de mostaza que un hombre tomó y sembró en su jardín. Creció y se convirtió en un arbusto y los pájaros del cielo se refugiaron en sus ramas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

19 Es semejante a un grano de mostaza, que un hombre tomó y lo echó en su huerto, y creció y se convirtió en árbol,° y las aves del cielo anidaron en sus ramas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 Se parece a un grano de mostaza que un hombre tomó y echó en su huerto; creció y se convirtió en árbol, y los pájaros del cielo anidaron en sus ramas'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

19 Es semejante al grano de mostaza que un hombre tomó y sembró en su huerto; y creció, y se hizo árbol grande, y las aves del cielo anidaron en sus ramas.

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Lucas 13:19
38 Referencias Cruzadas  

Jardín cerrado eres tú, hermana y novia mía. Fuente cerrada y sellado manantial.


¡Viento del norte, despierta! ¡Viento del sur, ven acá! Soplen en mi jardín; ¡esparzan su fragancia! Que venga mi amado a su jardín y pruebe sus frutos exquisitos.


Mi amado ha bajado a su jardín, a los lechos de bálsamo, para retozar en los jardines y recoger azucenas.


Tú, que habitas en los jardines, pendientes de tu voz están nuestros amigos; ¡déjanos escucharla!


¿Quién ha creído a nuestro mensaje y a quién se ha revelado el brazo del Señor?


Pero el Señor quiso quebrantarlo y hacerlo sufrir, y, como él ofreció su vida para obtener el perdón de pecados, verá su descendencia, prolongará sus días y llevará a cabo la voluntad del Señor.


El Señor te guiará siempre; te saciará en tierras resecas y fortalecerá tus huesos. Serás como jardín bien regado, como manantial cuyas aguas no se agotan.


Porque, así como la tierra hace que broten los retoños y el huerto hace que germinen las semillas, así el Señor y Dios hará que broten la justicia y la alabanza ante todas las naciones.


Se extenderán su soberanía y su paz y no tendrán fin. Gobernará sobre el trono de David y sobre su reino, para establecerlo y sostenerlo con justicia y rectitud desde ahora y para siempre. Esto lo llevará a cabo el celo del Señor de los Ejércitos.


Vendrán y cantarán jubilosos en las alturas de Sión; disfrutarán de las bondades del Señor: el trigo, el vino nuevo y el aceite, las crías de las ovejas y las vacas. Serán como un jardín bien regado, y no volverán a desfallecer.


Todas las aves del cielo anidaban en sus ramas. Todas las bestias del campo tenían sus crías bajo su follaje. Todas las naciones vivían bajo su sombra.


Tenía un hermoso follaje y abundantes frutos. Todo el mundo hallaba en él su alimento. Aun las bestias salvajes venían a refugiarse bajo su sombra y en sus ramas anidaban las aves del cielo; de él se alimentaban todas las criaturas.


que tenía un hermoso follaje y daba abundantes frutos que alimentaban a todos, a cuya sombra se refugiaban las bestias salvajes y en cuyas ramas anidaban las aves del cielo,


«En aquel día, muchas naciones se unirán al Señor. Ellas serán mi pueblo y yo habitaré entre ellas. Así sabrán que el Señor de los Ejércitos es quien me ha enviado a ustedes.


—Por la poca fe que tienen —respondió—. Les aseguro que si tuvieran fe tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a esta montaña: “Trasládate de aquí para allá” y se trasladaría. Para ustedes nada sería imposible.


También dijo: «¿Con qué vamos a comparar el reino de Dios? ¿Qué parábola podemos usar para describirlo?


—Si ustedes tuvieran una fe tan pequeña como una semilla de mostaza —respondió el Señor—, podrían decirle a este árbol sicómoro: “Arráncate de aquí y plántate en el mar” y les obedecería.


Así, pues, los que recibieron su mensaje fueron bautizados y aquel día se unieron a la iglesia unas tres mil personas.


Al oírlo, alabaron a Dios. Luego dijeron a Pablo: «Ya ves, hermano, cuántos miles de judíos han creído, y todos ellos siguen aferrados a la Ley.


Pero muchos de los que oyeron el mensaje creyeron y el número de estos, contando solo a los hombres, llegaba a unos cinco mil.


mediante poderosas señales y milagros, por el poder del Espíritu de Dios. Así que, habiendo comenzado en Jerusalén, he completado la proclamación del evangelio de Cristo por todas partes, hasta la región de Iliria.


Tocó el séptimo ángel su trompeta y en el cielo resonaron fuertes voces que decían: «El reino del mundo ha pasado a ser de nuestro Señor y de su Cristo, y él reinará por los siglos de los siglos».


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