Biblia Todo Logo
La Biblia Online

- Anuncios -





Lucas 10:30 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

30 Jesús respondió: —Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos ladrones. Le quitaron la ropa, lo golpearon y se fueron, dejándolo medio muerto.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

30 Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

30 Jesús respondió con una historia: —Un hombre judío bajaba de Jerusalén a Jericó y fue atacado por ladrones. Le quitaron la ropa, le pegaron y lo dejaron medio muerto al costado del camino.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

30 Jesús empezó a decir: 'Bajaba un hombre por el camino de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos bandidos, que lo despojaron hasta de sus ropas, lo golpearon y se marcharon dejándolo medio muerto.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

30 Respondiendo Jesús, dijo: Cierto° hombre bajaba de Jerusalem a Jericó, y cayó en mano de salteadores, los cuales después de desnudarlo y golpearlo, se fueron dejándolo medio muerto.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

30 Jesús respondió: 'Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de ladrones, que le despojaron de todo, le molieron a golpes y se fueron, dejándolo medio muerto.

Ver Capítulo Copiar




Lucas 10:30
7 Referencias Cruzadas  

Ya me cuentan entre los que bajan a la fosa; parezco un hombre que se quedó sin fuerzas.


Entonces Jesús tomó aparte a los doce y dijo: «Ahora vamos subiendo a Jerusalén, donde se cumplirá todo lo que escribieron los profetas acerca del Hijo del hombre.


Dicho esto, Jesús siguió adelante, subiendo hacia Jerusalén.


Fortaleceré a su vez los brazos del rey de Babilonia: pondré mi espada en sus manos y quebraré los brazos del faraón. Entonces él gemirá ante su enemigo como herido de muerte.


«Por eso, vienen días», afirma el Señor, «en que castigaré a sus ídolos; a lo largo de toda la tierra gemirán sus heridos.


«¿Dónde hay pan y vino?», preguntan a sus madres mientras caen por las calles como heridos de muerte, mientras en los brazos maternos exhalan el último suspiro.


Resulta que viajaba por el mismo camino un sacerdote quien, al verlo, se desvió y siguió de largo.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios