Lucas 1:20 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

²⁰ Pero como no creíste en mis palabras, las cuales se cumplirán a su debido tiempo, te vas a quedar mudo. No podrás hablar hasta el día en que todo esto suceda.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

²⁰ Y ahora quedarás mudo y no podrás hablar, hasta el día en que esto se haga, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁰ Pero ahora, como no creíste lo que te dije, te quedarás mudo, sin poder hablar hasta que nazca el niño. Te aseguro que mis palabras se cumplirán a su debido tiempo.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁰ Mis palabras se cumplirán a su debido tiempo, pero tú, por no haber creído, te vas a quedar mudo y no podrás hablar hasta el día en que todo esto ocurra.

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁰ He aquí estarás mudo y sin poder hablar° hasta el día que lleguen a suceder estas cosas, por cuanto no creíste a mis palabras, las cuales serán cumplidas a su debido tiempo.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁰ Pero mira: te vas a quedar mudo y sin poder hablar hasta el día en que se realicen estas cosas, por no haber creído en mis palabras, que se cumplirán a su tiempo'.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

²⁰ Y he aquí estarás mudo y no podrás hablar, hasta el día que esto sea hecho, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo.

Lucas 1:20 Referencias Cruzadas

2 Reyes 7:19

El ayudante había dicho al hombre de Dios: «¡No me digas! Aun si el Señor abriera las compuertas del cielo, ¡no podría suceder tal cosa!». De modo que el hombre de Dios respondió: «Pues lo verás con tus propios ojos, pero no llegarás a comerlo».

2 Reyes 7:2

El ayudante personal del rey respondió al hombre de Dios: —¡No me digas! ¡Aun si el Señor abriera las compuertas del cielo, no podría suceder tal cosa! —Pues lo verás con tus propios ojos —le advirtió Eliseo—, pero no llegarás a comerlo.

Éxodo 4:11

—¿Y quién le puso la boca al hombre? —respondió el Señor—. ¿Acaso no soy yo, el Señor, quien lo hace sordo o mudo, quien le da la vista o se la quita?

Isaías 7:9

La cabeza de Efraín es Samaria y la cabeza de Samaria es el hijo de Remalías; si ustedes no creen en mí, no permanecerán firmes”».

Ezequiel 24:27

Ese mismo día se te soltará la lengua y no callarás más. Entonces podrás hablar con el fugitivo; servirás de señal para ellos y sabrán que yo soy el Señor».

Ezequiel 3:26

Yo haré que se te pegue la lengua al paladar; así te quedarás mudo y no podrás reprenderlos, por más que sean un pueblo rebelde.

Daniel 10:15

»Y cuando él me decía esto, yo me incliné de cara al suelo y guardé silencio.

Números 20:12

El Señor dijo a Moisés y a Aarón: «Por no haber confiado en mí ni haber reconocido mi santidad en presencia de los israelitas, no serán ustedes los que lleven a esta comunidad a la tierra que les he dado».

Marcos 16:14

Por último, se apareció Jesús a los once mientras comían; los reprendió por su falta de fe y por su obstinación en no creerles a los que lo habían visto resucitado.

Marcos 9:19

—¡Ah, generación incrédula! —respondió Jesús—. ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganme al muchacho.

Lucas 1:19

—Yo soy Gabriel y estoy a las órdenes de Dios —contestó el ángel—. He sido enviado para hablar contigo y darte estas buenas noticias.

Lucas 1:21

Mientras tanto, el pueblo estaba esperando a Zacarías y les extrañaba que se demorara tanto en el Templo.

Lucas 1:22

Cuando por fin salió, no podía hablarles, así que se dieron cuenta de que allí había tenido una visión. Se podía comunicar solo por señas, pues seguía mudo.

Lucas 1:45

¡Dichosa tú que has creído, porque lo que el Señor te ha dicho se cumplirá!

Lucas 1:64

Al instante abrió su boca y se desató su lengua, recuperó el habla y comenzó a alabar a Dios.

Romanos 3:3

Pero entonces, si a algunos no creyeron, ¿acaso su incredulidad anula la fidelidad de Dios?

2 Timoteo 2:13

si somos infieles, él sigue siendo fiel, ya que no puede negarse a sí mismo.

Tito 1:2

Nuestra esperanza es la vida eterna, la cual Dios, que no miente, ya había prometido antes del comienzo del tiempo.

Hebreos 6:18

Lo hizo así para que, mediante la promesa y el juramento, que son dos realidades que nunca cambian y en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un estímulo poderoso los que, buscando refugio, nos aferramos a la esperanza que está delante de nosotros.

Apocalipsis 3:19

»Yo reprendo y disciplino a todos los que amo. Por lo tanto, sé fervoroso y arrepiéntete.