Biblia Todo Logo
La Biblia Online

- Anuncios -





Levítico 22:8 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

8 No deberá comer nada que sea hallado muerto o despedazado por las fieras, pues de lo contrario quedará impuro. Yo soy el Señor.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

8 Mortecino ni despedazado por fiera no comerá, contaminándose en ello. Yo Jehová.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

8 No se le permite comer un animal que haya muerto de muerte natural o haya sido despedazado por los animales salvajes, porque esto lo contaminará. Yo soy el Señor.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

8 No comerán animal muerto o destrozado, pues con él se harían impuros: ¡Yo soy Yavé!

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

8 No comerá nada mortecino ni despedazado por fiera, porque será contaminado con ellos. Yo, YHVH.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 No comerá carne de animal muerto o despedazado, pues se contaminaría con ella. Yo, Yahveh.

Ver Capítulo Copiar




Levítico 22:8
8 Referencias Cruzadas  

»Todo nativo o extranjero que coma la carne de un animal que las fieras hayan matado o despedazado deberá lavarse la ropa y bañarse con agua. Quedará impuro hasta el anochecer; después de eso quedará puro.


»Ustedes serán mi pueblo santo. »No comerán la carne de ningún animal que haya sido despedazado por las fieras. Esa carne se la echarán a los perros.


Los sacerdotes no comerán ningún animal, sea ave o bestia, que sea encontrado muerto o despedazado por una fiera.


No comas nada que encuentres ya muerto. Podrás dárselo al extranjero que viva en cualquiera de tus ciudades; él sí podrá comérselo o vendérselo a un forastero. Pero tú eres un pueblo consagrado al Señor tu Dios. No cocines el cabrito en la leche de su madre.


La grasa de un animal muerto o despedazado podrá usarse con cualquier otro fin, menos para comerla.


Entonces exclamé: «¡No, mi Señor y Dios! ¡Yo jamás me he contaminado con nada! Desde mi niñez y hasta el día de hoy, jamás he comido carne de ningún animal que se haya encontrado muerto o que haya sido despedazado por las fieras. ¡Por mi boca no ha entrado ningún tipo de carne impura!».


»También serán para mí los primogénitos de tus toros y de tus ovejas. Los dejarás con sus madres siete días, pero al octavo día me los entregarás.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios