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Levítico 19:10 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

10 No rebusquen hasta el último racimo de sus viñas, ni recojan las uvas que se hayan caído. Déjenlas para los pobres y los extranjeros. Yo soy el Señor su Dios.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

10 Y no rebuscarás tu viña, ni recogerás el fruto caído de tu viña; para el pobre y para el extranjero lo dejarás. Yo Jehová vuestro Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Harás lo mismo con la cosecha de la uva, no cortes hasta el último racimo de las vides ni recojas las uvas que caigan al suelo. Déjalas para los pobres y para los extranjeros que viven entre ustedes. Yo soy el Señor tu Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Tampoco rebusques en tus viñas, ni recojas de tus huertos las frutas caídas. Las dejarás al pobre y al forastero: ¡Yo soy Yavé, tu Dios!

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Tampoco rebuscarás tu viña, ni recogerás los frutos caídos de tu viña, sino que los dejarás para el pobre y para el extranjero.° Yo, YHVH vuestro Dios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 ni harás el rebusco de tu viña, ni recogerás las uvas caídas, sino que lo dejarás para el pobre y el forastero. Yo, Yahveh, vuestro Dios.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

10 Y no rebuscarás tu viña, ni recogerás los granos caídos de tu viña; para el pobre y para el extranjero los dejarás: Yo soy Jehová vuestro Dios.

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Levítico 19:10
16 Referencias Cruzadas  

Pero quedarán algunas uvas, como cuando se golpea el olivo y dos o tres aceitunas se quedan en las ramas más altas, y tal vez cuatro o cinco en todas las ramas del árbol», afirma el Señor, el Dios de Israel.


Así sucederá en medio de la tierra y entre las naciones, como cuando a golpes se cosechan aceitunas, como cuando se recoge lo que sobra después de la vendimia.


Si los que cosechan las uvas vinieran a ti, ¿no te dejarían algunas uvas? Si de noche te llegaran ladrones, ¿no se llevarían solo lo que desean?


Yo soy el Señor su Dios, así que conságrense y manténganse santos, porque yo soy santo. No se hagan impuros por causa de los animales que se arrastran.


»No roben. »No mientan. »No engañen a su prójimo.


y en el quinto año ya podrán comer de su fruto. De este modo aumentarán sus cosechas. Yo soy el Señor su Dios.


»Cuando llegue el tiempo de la cosecha, no sieguen hasta el último rincón de sus campos ni recojan todas las espigas que allí queden.


»Cuando llegue el tiempo de la cosecha, no sieguen hasta el último rincón del campo ni recojan todas las espigas que queden de la mies. Déjenlas para los pobres y los extranjeros. Yo soy el Señor su Dios».


Sin embargo, de todo lo que la tierra produzca durante ese año sabático, podrán comer no solo tú, sino también tu siervo y tu sierva, el jornalero y el residente temporal entre ustedes.


«Si vinieran a ti ladrones o saqueadores nocturnos, ¿no robarían solo lo que crean suficiente? ¡Pero a ti te espera gran destrucción! Si vinieran a ti los vendimiadores, ¿no dejarían algunas uvas?


¡Pobre de mí! Soy como el que recoge frutos de verano y busca lo que sobre en la viña; no hay ningún racimo para comer, ningún higo nuevo que tanto deseo.


Cuando recojas la cosecha de tu campo y olvides una gavilla, no vuelvas por ella. Déjala para el extranjero, el huérfano y la viuda. Así el Señor tu Dios bendecirá todo el trabajo de tus manos.


Cuando sacudas tus olivos, no rebusques en las ramas; las aceitunas que queden, déjalas para el extranjero, el huérfano y la viuda.


Cuando coseches las uvas de tu viña, no repases las ramas; los racimos que queden, déjalos para el extranjero, el huérfano y la viuda.


—¿Qué hice yo, comparado con lo que hicieron ustedes? —respondió él—. ¿No vale más lo que sobra de las uvas de Efraín que toda la vendimia de Abiezer?


Y sucedió que Rut, la moabita, dijo a Noemí: —Permíteme ir al campo a recoger las espigas que vaya dejando alguien a quien yo le agrade. —Anda, hija mía —respondió su suegra.


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