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Levítico 12:8 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

8 Pero si no le alcanza para comprar un cordero, tomará dos tórtolas o dos pichones de paloma, uno como holocausto y el otro como sacrificio por el perdón. Así el sacerdote obtendrá el perdón para la mujer y ella quedará purificada».

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

8 Y si no tiene lo suficiente para un cordero, tomará entonces dos tórtolas o dos palominos, uno para holocausto y otro para expiación; y el sacerdote hará expiación por ella, y será limpia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 »Si a la mujer no le alcanza para comprar un cordero, deberá llevar un par de tórtolas o dos pichones de paloma. Uno será para la ofrenda quemada y el otro para la ofrenda de purificación. El sacerdote los sacrificará para purificarla a ella, y quedará ceremonialmente pura».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Si la mujer no puede ofrecer una res menor, ofrecerá dos tórtolas o dos pichones, uno como holocausto y otro como sacrificio por el pecado; el sacerdote hará expiación por ella y quedará pura.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Y si su mano no tiene lo suficiente para un cordero, tomará entonces dos tórtolas o dos palominos,° uno para holocausto y otro para ofrenda por el pecado, y el sacerdote hará expiación por ella, y quedará limpia.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Si no tiene lo necesario para un cordero, tomará dos tórtolas o dos pichones, uno para el holocausto y otro para el sacrificio por el pecado; el sacerdote hará la expiación por ella y ella quedará purificada'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

8 Y si no le es posible traer un cordero, tomará entonces dos tórtolas o dos palominos, uno para holocausto, y otro para ofrenda por el pecado: y el sacerdote hará expiación por ella, y será limpia.

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Levítico 12:8
14 Referencias Cruzadas  

»Si alguien ofrece al Señor un holocausto de ave, deberá presentar una tórtola o un pichón de paloma.


quien los ofrecerá ante el Señor. Así el sacerdote obtendrá el perdón de los pecados de la mujer y la purificará de su flujo de sangre. »Esta es la ley concerniente a la mujer que dé a luz un niño o una niña.


El Señor dijo a Moisés y a Aarón:


»Si el que se purifica es pobre y no tiene para comprar lo requerido, tomará como sacrificio por la culpa un solo cordero, el cual será mecido para obtener el perdón de sus pecados. También llevará como ofrenda de cereal la décima parte de un efa de harina refinada amasada con aceite, y un log de aceite,


junto con dos tórtolas o dos pichones de paloma, según lo que pueda pagar, uno como sacrificio por el perdón y otro como holocausto.


Al octavo día tomará dos tórtolas o dos pichones de paloma y se presentará ante el Señor, a la entrada de la Tienda de reunión. Allí entregará las aves al sacerdote,


quien ofrecerá una como sacrificio por el perdón y la otra como holocausto. Así, en presencia del Señor, el sacerdote obtendrá el perdón para el afectado a causa de su flujo.


Al octavo día tomará dos tórtolas o dos pichones de paloma y los llevará a la entrada de la Tienda de reunión, donde se los entregará al sacerdote,


Toda la grasa del animal la quemará en el altar, tal como se hace con el sacrificio de comunión. Así el sacerdote pedirá perdón por el pecado del gobernante y su pecado será perdonado.


»Si a esa persona tampoco le alcanza para comprar dos tórtolas o dos pichones de palomas, presentará entonces en sacrificio por el perdón, como ofrenda por el pecado cometido, la décima parte de un efa de harina refinada. Como se trata de un sacrificio por el perdón, no se le pondrá aceite ni incienso.


»Si a alguien no le alcanza para comprar una oveja, entonces llevará al Señor, como sacrificio por la culpa del pecado cometido, dos tórtolas o dos pichones de paloma, una de las aves como sacrificio por el pecado y la otra como holocausto.


Jesús entró en el Templo y echó de allí a todos los que compraban y vendían. Volcó las mesas de los que cambiaban dinero y los puestos de los que vendían palomas.


Ya conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo, quien era rico y por causa de ustedes se hizo pobre, para que mediante su pobreza ustedes llegaran a ser ricos.


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