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Levítico 12:4 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

4 La madre deberá permanecer treinta y tres días más purificándose de su flujo de sangre. No tocará ninguna cosa santa; tampoco irá al santuario hasta que termine su período de purificación.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

4 Mas ella permanecerá treinta y tres días purificándose de su sangre; ninguna cosa santa tocará, ni vendrá al santuario, hasta cuando sean cumplidos los días de su purificación.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Después de esperar treinta y tres días, ella quedará purificada del flujo de sangre del parto. Durante este tiempo de purificación, no debe tocar nada que haya sido consagrado ni tampoco entrar en el santuario hasta que haya terminado su tiempo de purificación.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 pero ella esperará treinta y tres días para ser purificada de su sangre. No tocará ninguna cosa santa, ni entrará en el santuario, hasta que se cumplan los días de su purificación.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Y ella permanecerá treinta y tres días en la purificación de su sangre, no tocará nada que sea santo, ni irá al Santuario hasta que se cumplan los días de su purificación.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 pero ella permanecerá todavía en casa treinta y tres días para purificar la sangre; no tocará nada santo ni entrará en el santuario hasta que se cumplan los días de su purificación.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

4 Mas ella permanecerá treinta y tres días en la purificación de su sangre: ninguna cosa santa tocará, ni vendrá al santuario, hasta que sean cumplidos los días de su purificación.

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Levítico 12:4
5 Referencias Cruzadas  

Al octavo día, el niño será circuncidado.


Si da a luz una niña, la madre quedará impura durante dos semanas, como lo es en el tiempo de su menstruación, y permanecerá sesenta y seis días más purificándose de su flujo de sangre.


—Supongamos ahora —prosiguió Hageo—, que una persona impura por el contacto de un cadáver toca cualquiera de estas cosas; ¿también ellas quedarán impuras? —¡Sí! —contestaron los sacerdotes.


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