Biblia Todo Logo
La Biblia Online

- Anuncios -





Jueces 5:5 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

5 Temblaron las montañas al ver al Señor, el Dios del Sinaí; al ver al Señor, el Dios de Israel.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

5 Los montes temblaron delante de Jehová, Aquel Sinaí, delante de Jehová Dios de Israel.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Las montañas temblaron ante la presencia del Señor, Dios del monte Sinaí, ante la presencia del Señor, Dios de Israel.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Los montes se estremecieron al paso de Yavé, al paso de Yavé, el Dios de Israel.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

5 Temblaron los montes delante de YHVH, Aquel mismo Sinay, ante la presencia de YHVH, Dios de Israel.°

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Derritiéronse los montes delante de Yahveh, delante de Yahveh, Dios de Israel.

Ver Capítulo Copiar




Jueces 5:5
14 Referencias Cruzadas  

El monte estaba cubierto de humo, porque el Señor había descendido sobre él en medio de fuego. Era tanto el humo que salía del monte, que parecía un horno; todo el monte se sacudía violentamente,


Ante el Señor, dueño de toda la tierra, las montañas se derriten como cera.


Ante él tiemblan las montañas y se desmoronan las colinas. Ante él se agita la tierra, el mundo y todos los que en él habitan.


Ustedes no se han acercado a una montaña que se pueda tocar o que esté ardiendo en fuego; tampoco a oscuridad, tinieblas o tormenta;


las montañas te ven y se retuercen. Pasan los torrentes de agua; el abismo ruge y levanta sus olas en lo alto.


la tierra se estremeció, el cielo derramó su lluvia delante de Dios, el Dios de Sinaí, delante de Dios, el Dios de Israel.


Los montes saltaron como carneros, las colinas saltaron como corderos.


Ante ese espectáculo de truenos y relámpagos, de sonidos de trompeta y de la montaña envuelta en humo, los israelitas temblaban de miedo y se mantenían a distancia.


Él mira la tierra y la hace temblar; toca los montes y los hace echar humo.


Tú, oh Dios, diste abundantes lluvias; reanimaste a tu extenuada herencia.


Estamos como si nunca nos hubieras gobernado, como si nunca hubiéramos llevado tu nombre.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios