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Jueces 4:3 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

3 Los israelitas clamaron al Señor porque Jabín tenía novecientos carros de hierro y durante veinte años había oprimido cruelmente a los israelitas.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

3 Entonces los hijos de Israel clamaron a Jehová, porque aquel tenía novecientos carros herrados, y había oprimido con crueldad a los hijos de Israel por veinte años.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Sísara, quien tenía novecientos carros de guerra hechos de hierro, oprimió a los israelitas sin piedad durante veinte años, hasta que el pueblo de Israel clamó al Señor por ayuda.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Los israelitas clamaron a Yavé, porque Yabín tenía novecientos carros de hierro y oprimía duramente a los israelitas hacía veinte años.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Entonces los hijos de Israel clamaron a YHVH, porque aquél tenía novecientos carros de hierro, y durante veinte años había oprimido con crueldad a los hijos de Israel.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Los israelitas clamaron a Yahveh, pues Yabín tenía novecientos carros de hierro y había ejercido una dura opresión sobre los israelitas durante veinte años.

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Jueces 4:3
19 Referencias Cruzadas  

El Señor estaba con los hombres de Judá. Estos tomaron posesión de la región montañosa, pero no pudieron expulsar a los que vivían en las llanuras, porque esa gente contaba con carros de hierro.


Sus enemigos los oprimieron, los sometieron a su poder.


Pero clamaron al Señor y él hizo que surgiera un libertador, Otoniel, hijo de Quenaz, hermano menor de Caleb. Y Otoniel liberó a los israelitas.


Si Dios los hería de muerte, entonces lo buscaban, y con ansias se volvían de nuevo a él.


Invócame en el día de la angustia; yo te libraré y tú me honrarás».


y dijeron a Samuel: «No dejes de clamar al Señor por nosotros, para que nos salve del poder de los filisteos».


Entonces se deshicieron de los dioses extranjeros que había entre ellos y adoraron al Señor. Y el Señor no pudo soportar más el sufrimiento de Israel.


Dios eligió nuevos líderes, cuando la guerra llegó a las puertas de la ciudad, pero no se veía ni un escudo ni una lanza entre cuarenta mil hombres de Israel.


Los israelitas volvieron a clamar al Señor, y el Señor levantó un libertador: Aod, hijo de Guerá, de la tribu de Benjamín, quien era zurdo. Por medio de él los israelitas enviaron tributo a Eglón, rey de Moab.


Los descendientes de José replicaron: —La región montañosa nos queda muy pequeña y los cananeos que viven en el llano poseen carros de hierro, tanto los de Betseán y sus poblaciones como los del valle de Jezrel.


Un pueblo desconocido se comerá los frutos de tu tierra y todo el producto de tu trabajo; para ti solo habrá opresión y malos tratos cada día.


En pleno día andarás a tientas como ciego en la oscuridad. Fracasarás en todo lo que hagas; día tras día serás oprimido; te robarán y no habrá nadie que te socorra.


En aquel tiempo lideraba a Israel una profetisa llamada Débora, que era esposa de Lapidot.


Sísara convocó a sus novecientos carros de hierro y a todos sus soldados, desde Jaroset Goyim hasta el arroyo Quisón.


Mucho tiempo después murió el rey de Egipto. Los israelitas, sin embargo, seguían lamentando su condición de esclavos y clamaban pidiendo ayuda. Sus gritos desesperados llegaron a oídos de Dios,


Era tal la miseria de los israelitas por causa de los madianitas que clamaron al Señor pidiendo ayuda.


Entonces los israelitas clamaron al Señor: —¡Hemos pecado contra ti al abandonar a nuestro Dios y adorar a los ídolos de Baal!


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