Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Jueces 3:8 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

8 El Señor se enfureció contra Israel a tal grado que los entregó en manos de Cusán Risatayin, rey de Aram Najarayin, a quien estuvieron sometidos durante ocho años.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

8 Y la ira de Jehová se encendió contra Israel, y los vendió en manos de Cusan-risataim rey de Mesopotamia; y sirvieron los hijos de Israel a Cusan-risataim ocho años.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Entonces el Señor ardió de enojo contra Israel y lo entregó en manos de Cusán-risataim, rey de Aram-naharaim. Y los israelitas sirvieron a Cusán-risataim durante ocho años.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Entonces estalló contra Israel la cólera de Yavé. Los dejó caer en las manos de Cusán-Riseataim, rey de Edom, y los israelitas estuvieron sometidos a Cusán-Riseataim por ocho años.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

8 Por tanto la ira de YHVH se encendió contra Israel y los entregó en mano de Cusán-Risataim,° rey de Aram-Naharaim,° y los hijos de Israel sirvieron a Cusán-Risataim ocho años.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 La ira de Yahveh se encendió contra Israel, y los entregó en manos de Cusán Risatáin, rey de Aram Naharáin. Los israelitas estuvieron sometidos a Cusán Risatáin durante ocho años.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

8 Y la ira de Jehová se encendió contra Israel, y los vendió en manos de Cusan-risataim rey de Mesopotamia; y sirvieron los hijos de Israel a Cusan-risataim ocho años.

Ver Capítulo Copiar




Jueces 3:8
20 Referencias Cruzadas  

Luego tomó diez camellos, y toda clase de regalos de lo mejor que tenía su amo, y partió hacia la ciudad de Najor en Aram Najarayin.


Por eso los entregó a los paganos y fueron dominados por quienes los odiaban.


Mucho me han angustiado desde mi juventud —que lo repita ahora Israel—,


Has vendido a tu pueblo por una miseria y nada has ganado con su venta.


No me reprendas, Señor, en tu ira; no me castigues en tu furor.


depusiste por completo tu furor y contuviste el ardor de tu ira.


arderá mi furor y los mataré a ustedes a filo de espada. Y sus mujeres se quedarán viudas y sus hijos, huérfanos.


Así dice el Señor: «A la madre de ustedes, yo la repudié; ¿dónde está el acta de divorcio? ¿A cuál de mis acreedores los he vendido? Por causa de sus iniquidades, fueron ustedes vendidos; por las transgresiones de ustedes fue despedida su madre.


Yo les negaré mi favor y sus adversarios los derrotarán. Sus enemigos los dominarán y ustedes huirán sin que nadie los persiga.


He visto afligidos los campamentos de Cusán, y angustiadas las moradas de Madián.


Sabemos, en efecto, que la Ley es espiritual. Pero yo soy meramente humano y estoy vendido como esclavo al pecado.


El Señor no querrá perdonarlo, sino que su ira y su celo arderán contra ese hombre. Todas las maldiciones escritas en este libro caerán sobre él, y el Señor hará que desaparezca hasta el último de sus descendientes.


¿Cómo podría un hombre perseguir a mil si su Roca no los hubiera vendido? ¿Cómo podrían dos hacer huir a diez mil si el Señor no los hubiera entregado?


Entonces el Señor se enfureció contra los israelitas y los entregó en manos de invasores que los saquearon. Los dejó en manos de los enemigos que tenían a su alrededor, a los que ya no pudieron hacerles frente.


Por eso el Señor se enfureció contra Israel y dijo: «Puesto que esta nación ha violado el pacto que yo establecí con sus antepasados y no me ha obedecido,


El Espíritu del Señor vino sobre él, y así se convirtió en líder de Israel y salió a la guerra. El Señor entregó a Cusán Risatayin, rey de Aram, en manos de Otoniel, quien prevaleció sobre él.


Los israelitas hicieron lo malo ante los ojos del Señor; se olvidaron del Señor su Dios y adoraron a las imágenes de Baal y de Aserá.


Pero clamaron al Señor y él hizo que surgiera un libertador, Otoniel, hijo de Quenaz, hermano menor de Caleb. Y Otoniel liberó a los israelitas.


—¡Está bien, iré contigo! —dijo Débora—. Pero, por la manera en que vas a encarar este asunto, la gloria no será tuya, ya que el Señor entregará a Sísara en manos de una mujer. Así que Débora fue con Barac hasta Cedes,


»Pero, como se olvidaron de su Señor y Dios, él los entregó al poder de Sísara, comandante del ejército de Jazor, y al poder de los filisteos y del rey de Moab; y ellos les hicieron la guerra.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos