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Juan 8:37 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

37 Yo sé que ustedes son descendientes de Abraham. Sin embargo, procuran matarme porque no está en sus planes aceptar mi palabra.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

37 Sé que sois descendientes de Abraham; pero procuráis matarme, porque mi palabra no halla cabida en vosotros.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

37 Claro que me doy cuenta de que son descendientes de Abraham. Aun así, algunos de ustedes procuran matarme porque no tienen lugar para mi mensaje en su corazón.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

37 Yo sé que ustedes son descendientes de Abrahán, pero mi palabra no tiene acogida en ustedes, y por eso tratan de matarme.

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La Biblia Textual 3a Edicion

37 Sé que sois descendencia de Abraham, pero procuráis matarme porque mi palabra no tiene cabida en vosotros.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

37 Ya sé que sois descendientes de Abrahán, pero pretendéis matarme, porque mi palabra no cala en vosotros.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

37 Sé que sois simiente de Abraham, mas procuráis matarme, porque mi palabra no tiene cabida en vosotros.

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Juan 8:37
22 Referencias Cruzadas  

Porque el corazón de este pueblo se ha vuelto insensible; se les han tapado los oídos y se les han cerrado los ojos. De lo contrario, verían con los ojos, oirían con los oídos, entenderían con el corazón, se arrepentirían y yo los sanaría”.


No piensen que podrán decir: “Tenemos a Abraham por padre”. Porque les digo que aun de estas piedras Dios es capaz de darle hijos a Abraham.


Una vez más los judíos tomaron piedras para arrojárselas,


Así que desde ese día convinieron en quitarle la vida.


¿Cómo va a ser posible que ustedes crean, si reciben gloria unos de otros, pero no buscan la gloria que viene del Dios único?


Algún tiempo después, Jesús andaba por Galilea. No tenía ningún interés en ir a Judea, porque allí los judíos buscaban la oportunidad para matarlo.


¿No les ha dado Moisés la Ley a ustedes? Sin embargo, ninguno de ustedes la cumple. ¿Por qué tratan entonces de matarme?


Algunos de los que vivían en Jerusalén comentaban: «¿No es este al que quieren matar?


—Nosotros somos descendientes de Abraham —le contestaron—, y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo puedes decir que seremos liberados?


¿Por qué no entienden mi modo de hablar? Porque no pueden aceptar mi palabra.


Abraham, el padre de ustedes, se regocijó al pensar que vería mi día; y lo vio y se alegró.


Entonces los judíos tomaron piedras para arrojárselas, pero Jesús se escondió y salió inadvertido del Templo.


Con esta pregunta le estaban tendiendo una trampa, para tener de qué acusarlo. Pero Jesús se inclinó y con el dedo comenzó a escribir en el suelo.


»Hermanos, descendientes de Abraham, y ustedes, los no judíos temerosos de Dios: a nosotros se nos ha enviado este mensaje de salvación.


Tampoco por ser descendientes de Abraham son todos hijos suyos. Al contrario: «Tu descendencia se establecerá por medio de Isaac».


El que no tiene el Espíritu no acepta lo que procede del Espíritu de Dios, pues para él es locura. No puede entenderlo, porque hay que discernirlo espiritualmente.


Les he escrito a ustedes, padres, porque han conocido al que es desde el principio. Les he escrito a ustedes, jóvenes, porque son fuertes, la palabra de Dios permanece en ustedes, y han vencido al maligno.


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