Juan 21:15 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

¹⁵ Cuando terminaron de desayunar, Jesús preguntó a Simón Pedro: —Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos? —Sí, Señor, tú sabes que te quiero —contestó Pedro. —Apacienta mis corderos —dijo Jesús.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

¹⁵ Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que estos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Él le dijo: Apacienta mis corderos.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁵ Después del desayuno, Jesús le preguntó a Simón Pedro: —Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos? —Sí, Señor —contestó Pedro—, tú sabes que te quiero. —Entonces, alimenta a mis corderos —le dijo Jesús.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁵ Cuando terminaron de comer, Jesús dijo a Simón Pedro: 'Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?' Contestó: 'Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: 'Apacienta mis corderos.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁵ Cuando pues hubieron comido, Jesús le dice a Simón Pedro: Simón, hijo° de Juan, ¿me amas° más que éstos? Le dice: Sí, Señor, Tú sabes que te quiero.° Le dice: Apacienta mis corderos.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁵ Cuando terminaron de almorzar, dice Jesús a Simón Pedro: 'Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?'. Le responde: 'Sí Señor; tú sabes que te quiero'. Él le contesta: 'Apacienta mis corderos'.

Juan 21:15 Referencias Cruzadas

Romanos 15:1

Los fuertes en la fe debemos apoyar a los débiles, en vez de hacer lo que nos agrada.

1 Juan 4:19

Nosotros amamos porque él nos amó primero.

Isaías 40:11

Como un pastor que cuida su rebaño, recoge los corderos en sus brazos; los lleva junto a su pecho, y guía con cuidado a las recién paridas.

1 Pedro 1:8

Ustedes lo aman a pesar de no haberlo visto; y aunque no lo ven ahora, creen en él y se alegran con un gozo indescriptible y glorioso,

Efesios 6:24

La gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo con amor imperecedero.

Hechos 20:28

Tengan cuidado de sí mismos y de todo el rebaño sobre el cual el Espíritu Santo los ha puesto como obispos para pastorear la iglesia de Dios, que él adquirió con su propia sangre.

1 Juan 5:1

Todo el que cree que Jesús es el Cristo, ha nacido de Dios. Todo el que ama al padre ama también a sus hijos.

Juan 16:27

ya que el Padre mismo los ama porque me han amado y han creído que yo he venido de parte de Dios.

Jeremías 3:15

Les daré pastores conforme a mi corazón para que los guíen con sabiduría y entendimiento.

Ezequiel 34:23

Entonces les daré un pastor, mi siervo David, que las apacentará y será su único pastor.

1 Pedro 2:25

Antes eran ustedes como ovejas descarriadas, pero ahora han vuelto al Pastor que cuida de sus vidas.

Hebreos 4:13

Ninguna cosa creada escapa a la vista de Dios. Todo está al descubierto, expuesto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas.

Lucas 22:32

Pero yo he orado por ti, para que no falle tu fe. Y tú, cuando te hayas vuelto a mí, fortalece a tus hermanos.

Hebreos 13:20

El Dios de paz levantó de entre los muertos al gran Pastor de las ovejas, a nuestro Señor Jesús, por la sangre del pacto eterno.

Romanos 14:1

Reciban al que es débil en la fe, pero no para entrar en discusiones.

Mateo 16:17

—Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás —dijo Jesús—, porque eso no te lo reveló ningún mortal, sino mi Padre que está en el cielo.

Jeremías 23:4

Pondré sobre ellas pastores que las pastorearán y ya no temerán ni se espantarán, ni faltará ninguna de ellas», afirma el Señor.

Apocalipsis 2:23

A los hijos de esa mujer los heriré de muerte. Así sabrán todas las iglesias que yo soy el que escudriña la mente y el corazón y a cada uno de ustedes lo trataré de acuerdo con sus obras.

1 Pedro 2:2

deseen con ansias la leche espiritual pura, como niños recién nacidos. Así, por medio de ella, crecerán en su salvación,

Gálatas 5:6

En Cristo Jesús de nada sirve estar o no estar circuncidados; lo que vale es la fe que actúa mediante el amor.

Juan 21:12

—Vengan a desayunar —dijo Jesús. Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: «¿Quién eres tú?», porque sabían que era el Señor.

Juan 21:7

—¡Es el Señor! —dijo a Pedro el discípulo a quien Jesús amaba. Tan pronto como Simón Pedro le oyó decir: «Es el Señor», se puso la ropa, pues estaba semidesnudo, y se tiró al agua.

Mateo 18:10

»Miren que no menosprecien a uno de estos pequeños. Porque les digo que en el cielo los ángeles de ellos contemplan siempre el rostro de mi Padre celestial.

Efesios 4:14

Así ya no seremos niños, zarandeados por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de enseñanza y por la astucia y las artimañas de quienes emplean métodos engañosos.

1 Corintios 8:11

Entonces ese hermano débil, por quien Cristo murió, se perderá a causa de tu conocimiento.

Juan 8:42

—Si Dios fuera su Padre —contestó Jesús—, ustedes me amarían, porque yo he venido de Dios y aquí me tienen. No he venido por mi propia cuenta, sino que él me envió.

Marcos 14:29

—Aunque todos te abandonen, yo no —declaró Pedro.

Lucas 12:32

»No tengan miedo, mi rebaño pequeño, porque es la buena voluntad del Padre darles el reino.

Génesis 33:13

Pero Jacob se disculpó: —Mi hermano y señor debe saber que los niños son todavía muy débiles, y que las ovejas y las vacas acaban de tener cría, y debo cuidarlas. Si les exijo demasiado, en un solo día se me puede morir todo el rebaño.

Mateo 10:37

»El que quiere a su padre o a su madre más que a mí no es digno de mí; el que quiere a su hijo o a su hija más que a mí no es digno de mí;

2 Reyes 20:3

«Recuerda, Señor, que yo me he conducido delante de ti con lealtad e integridad y he hecho lo que te agrada». Y Ezequías lloró amargamente.

2 Samuel 7:20

»¿Qué más podría decir tu siervo David que tú no sepas, Señor mi Dios?

Juan 13:37

—Señor —insistió Pedro—, ¿por qué no puedo seguirte ahora? Por ti daré hasta la vida.

Juan 1:42

Luego lo llevó a Jesús, quien lo miró y dijo: —Tú eres Simón, hijo de Juan. Serás llamado Cefas —es decir, Pedro.

Mateo 26:35

—Aunque tenga que morir contigo —insistió Pedro—, jamás te negaré. Y los demás discípulos dijeron lo mismo.

Mateo 26:33

—Aunque todos te abandonen —declaró Pedro—, yo jamás lo haré.

Hechos 20:29

Sé que después de mi partida entrarán en medio de ustedes lobos feroces que procurarán acabar con el rebaño.

Ezequiel 46:24

Entonces me dijo: «Estas son las cocinas donde los servidores del Templo hervirán los animales para los sacrificios del pueblo».