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Juan 12:6 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

6 Dijo esto no porque se interesara por los pobres, sino porque era un ladrón y, como tenía a su cargo la bolsa del dinero, acostumbraba a robarse lo que echaban en ella.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

6 Pero dijo esto, no porque se cuidara de los pobres, sino porque era ladrón, y teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 No es que a Judas le importaran los pobres; en verdad, era un ladrón y, como estaba a cargo del dinero de los discípulos, a menudo robaba una parte para él.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 En realidad no le importaban los pobres, sino que era un ladrón y, como estaba encargado de la bolsa común, se llevaba lo que echaban en ella.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Pero decía esto, no porque se preocupara por los pobres, sino porque era ladrón, y teniendo la bolsa, hurtaba de lo que se echaba en ella.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Esto lo dijo no porque le preocuparan los pobres, sino porque era ladrón y, como estaba encargado de la bolsa, robaba de lo que se depositaba en ella.

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Juan 12:6
19 Referencias Cruzadas  

Como Judas era el encargado del dinero, algunos pensaron que Jesús le estaba diciendo que comprara lo necesario para la fiesta o que diera algo a los pobres.


¡Pero ustedes han menospreciado al pobre! ¿No son los ricos quienes los explotan a ustedes y los arrastran ante los tribunales?


Supongamos que en el lugar donde se reúnen entra un hombre con anillo de oro y ropa elegante y entra también un pobre desharrapado.


Solo nos pidieron que nos acordáramos de los pobres, y eso es precisamente lo que he venido haciendo con esmero.


ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los calumniadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios.


Y ese hombre huye porque es un asalariado, no le importan las ovejas.


«Escrito está —dijo—: “Mi casa será llamada casa de oración”, pero ustedes la han convertido en “cueva de ladrones”».


Acuden a ti en masa, y se sientan delante de ti y escuchan tus palabras, pero luego no las practican. Me halagan de labios para afuera, pero sus corazones solo buscan las ganancias injustas.


El justo se ocupa de la causa del desvalido; el malvado ni sabe de qué se trata.


Dice el necio en su corazón: «No hay Dios». Están corrompidos, sus obras son detestables; ¡no hay uno solo que haga lo bueno!


Juana, esposa de Cuza, el administrador de Herodes; Susana y muchas más que los ayudaban con sus propios recursos.


—¿Por qué no se vendió este perfume? Pudo haberse vendido por el salario de más de un año de trabajo y dárselo a los pobres.


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