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Jonás 4:5 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

5 Jonás salió y se sentó al este de la ciudad. Allí hizo un cobertizo y se sentó bajo su sombra para ver qué iba a suceder con la ciudad.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

5 Y salió Jonás de la ciudad, y acampó hacia el oriente de la ciudad, y se hizo allí una enramada, y se sentó debajo de ella a la sombra, hasta ver qué acontecería en la ciudad.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Entonces Jonás se fue al oriente de la ciudad e hizo una enramada. Luego se sentó bajo la sombra de la enramada mientras esperaba ver lo que le acontecería a la ciudad.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Pero Jonás salió de Nínive y se hizo una cabaña al este de la ciudad, para ver lo que sucedería a la ciudad.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Y salió Jonás de la ciudad y se sentó al oriente de ella. Allí se hizo una enramada y se sentó a su sombra hasta ver qué sucedería en la ciudad.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Jonás salió de la ciudad y acampó al oriente. Levantó allí una choza y se sentó a la sombra, hasta ver qué sucedía en la ciudad.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 Entonces salió Jonás de la ciudad, y asentó hacia el oriente de la ciudad, y se hizo allí un cobertizo, y se sentó debajo de él a la sombra, hasta ver qué sería de la ciudad.

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Jonás 4:5
10 Referencias Cruzadas  

Cuando Elías lo oyó, se cubrió el rostro con el manto y, saliendo, se puso a la entrada de la cueva. Entonces oyó una voz que le dijo: —¿Qué haces aquí, Elías?


Allí pasó la noche en una cueva. Más tarde, la palabra del Señor vino a él. —¿Qué haces aquí, Elías? —le preguntó.


Por causa de la perversa codicia de mi pueblo, me he enojado y lo he castigado; le he dado la espalda, pero él prefirió seguir sus obstinados caminos.


Si digo: «No me acordaré más de él ni hablaré más en su nombre»; entonces su palabra es en mi corazón como un fuego, un fuego ardiente que penetra hasta los huesos. He hecho todo lo posible por contenerla, pero ya no puedo más.


Todos los marineros tenían miedo y cada uno clamaba a su dios. Y arrojaron el cargamento al mar para aligerar el barco. Jonás, en cambio, había bajado al fondo de la nave para acostarse y dormía profundamente.


—¿Tienes razón de enfurecerte tanto? —respondió el Señor.


Para aliviarlo de su malestar, Dios el Señor dispuso una planta, la cual creció hasta cubrirle a Jonás la cabeza con su sombra. Jonás se alegró muchísimo por la planta.


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