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Jonás 3:9 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

9 ¡Quién sabe! Tal vez Dios cambie de parecer y aplaque el ardor de su ira, y no perezcamos».

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

9 ¿Quién sabe si se volverá y se arrepentirá Dios, y se apartará del ardor de su ira, y no pereceremos?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 ¡Quién sabe!, puede ser que todavía Dios cambie de parecer, contenga su ira feroz y no nos destruya».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 ¿Quién sabe si Dios se arrepentirá y cesará su enojo, de manera que no nos haga morir?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 ¿Quién sabe si desistirá ’Elohim y cambiará de parecer, y se apartará del furor de su ira, y no pereceremos?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 ¡Quién sabe! A lo mejor Dios cambia y se arrepiente, a lo mejor vuelve atrás el ardor de su ira, y no perecemos'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

9 ¿Quién sabe si se volverá y se arrepentirá Dios, y se apartará del furor de su ira, y no pereceremos?

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Jonás 3:9
14 Referencias Cruzadas  

David respondió: —Es verdad que cuando el niño estaba vivo yo ayunaba y lloraba, pues pensaba: “¿Quién sabe? Tal vez el Señor tenga compasión de mí y permita que el niño viva”.


Dios se acordó del pacto que había hecho con ellos y por su gran amor les tuvo compasión.


depusiste por completo tu furor y contuviste el ardor de tu ira.


¿Cuándo, Señor, te volverás hacia nosotros? ¡Compadécete ya de tus siervos!


Así que enmienden ya su conducta y sus acciones; obedezcan al Señor su Dios y el Señor cambiará de parecer del mal que ha anunciado.


Por tanto, yo ruego a Su Majestad aceptar el consejo que le voy a dar: Renuncie usted a sus pecados y actúe con justicia; renuncie a su maldad y sea bondadoso con los oprimidos. Tal vez su prosperidad pueda continuar».


¡Odien el mal y amen el bien! Establezcan la justicia en los tribunales; tal vez así el Señor, el Dios de los Ejércitos, tenga compasión del remanente de José.


Así que tomaron a Jonás, lo lanzaron al agua y la furia del mar se aplacó.


El capitán del barco se le acercó y dijo: —¿Cómo puedes estar durmiendo? ¡Levántate! ¡Clama a tu Dios! Quizá tenga piedad de nosotros y no perezcamos.


Así que oró al Señor de esta manera: —¡Oh Señor! ¿No era esto lo que yo decía cuando todavía estaba en mi tierra? Por eso me anticipé a huir a Tarsis, pues bien sabía que tú eres un Dios misericordioso y compasivo, lento para la ira y lleno de amor, que cambias de parecer y no destruyes.


Busquen al Señor, todos ustedes, los humildes de la tierra, los que obedecen sus órdenes. Busquen la justicia, busquen la humildad; tal vez encontrarán refugio en el día de la ira del Señor.


Así que hagan imágenes de los tumores y de las ratas que han devastado el país, y den honra al Dios de Israel. Tal vez suavice su castigo contra ustedes, sus dioses y su tierra.


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