Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Jeremías 9:3 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

3 «Tensan su lengua como un arco; en el país prevalece la mentira, no la verdad, porque van de mal en peor y a mí no me conocen», afirma el Señor.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

3 Hicieron que su lengua lanzara mentira como un arco, y no se fortalecieron para la verdad en la tierra; porque de mal en mal procedieron, y me han desconocido, dice Jehová.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

3 «Mi pueblo encorva sus lenguas como arcos para lanzar mentiras. Se rehúsan a defender la verdad; solo van de mal en peor. Ellos no me conocen», dice el Señor.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Que cada uno desconfíe de su amigo y que no tenga confianza ni en su hermano, porque el hermano sólo piensa en suplantar al otro y el amigo anda levantando calumnias.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

3 Tensan su lengua como arco suyo, Lanzan mentiras, Y la verdad no prevalece en la tierra, Porque proceden de mal en mal, Y a mí no me conocen, dice YHVH.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Guardaos bien unos de otros, y en ningún hermano confiéis; pues todo hermano pone zancadillas y todo amigo anda con calumnias.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

3 Tensan su lengua como su arco, para lanzar mentira; pero no son valientes para la verdad en la tierra: porque de mal en mal proceden, y no me han conocido, dice Jehová.

Ver Capítulo Copiar




Jeremías 9:3
43 Referencias Cruzadas  

La mujer guardó el manto de José hasta que su marido volvió a su casa.


En los planes del justo hay justicia, pero en los consejos del malvado hay engaño.


El buey conoce a su dueño y el asno el pesebre de su amo; ¡pero Israel no conoce, mi pueblo no comprende!».


El pueblo se oprimirá a sí mismo: hombre contra hombre, vecino contra vecino, joven contra anciano, plebeyo contra noble.


Entonces grité: «¡Ay de mí, que estoy perdido! Soy un hombre de labios impuros y vivo en medio de un pueblo de labios impuros y mis ojos han visto al Rey, al Señor de los Ejércitos».


Porque la maldad arde como un fuego que consume espinos y cardos, que incendia la espesura del bosque y sube luego, como torbellino, en una columna de humo.


Aun tus hermanos, los de tu propia familia, te han traicionado y gritan contra ti. Por más que te digan cosas agradables, no confíes en ellos.


Defendía la causa del pobre y del necesitado; por eso le fue bien. ¿Acaso no es esto conocerme?», afirma el Señor.


Ya nadie tendrá que enseñar a su prójimo; tampoco dirá nadie a su hermano: “¡Conoce al Señor!”, porque todos, desde el más pequeño hasta el más grande, me conocerán», afirma el Señor. «Porque yo perdonaré su iniquidad y nunca más me acordaré de sus pecados».


«Mi pueblo es necio, no me conoce; son hijos insensatos que no tienen entendimiento. Son hábiles para hacer el mal; no saben hacer el bien».


Entonces pensé: «Ellos son pobres e ignorantes, porque no conocen el camino del Señor ni las demandas de su Dios.


Me dirigiré a los líderes y les hablaré; porque ellos sí conocen el camino del Señor y las demandas de su Dios». Pero ellos también quebrantaron el yugo y rompieron las ataduras.


Todos ellos son muy rebeldes y andan sembrando calumnias; sean de bronce o de hierro, todos son unos corruptos.


Con todo, no me obedecieron ni me prestaron atención, sino que se obstinaron y fueron peores que sus antepasados”.


Se engañan unos a otros; no se hablan con la verdad. Han enseñado a sus lenguas a mentir y pecan hasta el cansancio.


Su lengua es una flecha mortífera, su boca solo sabe engañar; hablan cordialmente con su amigo, mientras en su interior le tienden una trampa.


Y añadió: «Ya los verás cometer mayores abominaciones».


Sentados a la misma mesa, estos dos reyes pensarán solo en hacerse daño y se mentirán el uno al otro; pero esto de nada servirá, porque el momento del fin todavía no habrá llegado.


»No roben. »No mientan. »No engañen a su prójimo.


Si alguien se avergüenza de mí y de mis palabras en medio de esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.


Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado.


Los judíos corroboraron la acusación al afirmar que todo esto era cierto.


A la verdad, no me avergüenzo del evangelio, pues es poder de Dios para la salvación de todos los que creen: de los judíos primeramente, pero también de los que no son judíos.


Además, como estimaron que no valía la pena tomar en cuenta el conocimiento de Dios, él a su vez los entregó a la depravación mental, para que hicieran lo que no debían hacer.


«Su garganta es un sepulcro abierto; de su lengua salen engaños». «¡Veneno de víbora hay en sus labios!».


Vuelvan a su sano juicio, como conviene, y dejen de pecar. En efecto, hay algunos de ustedes que no tienen conocimiento de Dios; para vergüenza de ustedes lo digo.


y sin temor alguno a sus adversarios, lo cual es para ellos señal de destrucción. Para ustedes, en cambio, es señal de salvación, y esto proviene de Dios.


mientras que esos malvados farsantes irán de mal en peor, engañando y siendo engañados.


Queridos hermanos, he deseado intensamente escribirles acerca de la salvación que tenemos en común. Ahora siento la necesidad de hacerlo para rogarles que sigan luchando vigorosamente por la fe encomendada a los creyentes una vez y para siempre.


Ellos lo han vencido por medio de la sangre del Cordero y por el mensaje del cual dieron testimonio; no valoraron tanto su vida como para evitar la muerte.


Pero ella lloró los siete días que duró el banquete hasta que al fin, el séptimo día, Sansón le dio la solución, porque ella seguía insistiéndole. A su vez ella fue y reveló la solución a los de su pueblo.


También murió toda aquella generación y surgió otra que no conocía al Señor ni sabía lo que él había hecho por Israel.


Los hijos de Elí eran unos perversos que no tomaban en cuenta al Señor.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos