Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Jeremías 1:10 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

10 Mira, hoy te doy autoridad sobre naciones y reinos, para arrancar y derribar, para destruir y demoler, para construir y plantar».

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

10 Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Hoy te doy autoridad para que hagas frente a naciones y reinos. A algunos deberás desarraigar, derribar, destruir y derrocar; a otros deberás edificar y plantar».

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

10 En este día te encargo los pueblos y las naciones: Arrancarás y derribarás, perderás y destruirás, edificarás y plantarás.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

10 Mira, en este día te pongo sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para desolar y para derribar, para edificar y para plantar.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Hoy te confío las naciones y los reinos para arrancar y arrasar, para destruir y derruir, para edificar y plantar.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

10 Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar.

Ver Capítulo Copiar




Jeremías 1:10
29 Referencias Cruzadas  

Ahora bien, Elías, el de Tisbé de Galaad, fue a decirle a Acab: «Tan cierto como que vive el Señor, Dios de Israel, a quien yo sirvo, te aseguro que no habrá rocío ni lluvia en los próximos años, hasta que yo lo ordene».


Jehú dará muerte a cualquiera que escape de la espada de Jazael y Eliseo dará muerte a cualquiera que escape de la espada de Jehú.


tiempo para matar y tiempo para sanar; tiempo para destruir y tiempo para construir;


«Antes de formarte en el vientre, ya te había elegido; antes de que nacieras, ya te había apartado; te había nombrado profeta para las naciones».


Los miraré favorablemente y los haré volver a esta tierra. Los edificaré y no los derribaré, los plantaré y no los arrancaré.


«Haré que vengan sobre esa tierra todas las amenazas que anuncié, todo lo que está registrado en este libro y que Jeremías ha profetizado contra todas las naciones.


Y así como he estado vigilándolos para arrancar y derribar, para destruir y demoler, y para traer calamidad, así también habré de vigilarlos para construir y plantar», afirma el Señor.


Todo el valle donde se arrojan los cadáveres y las cenizas, y todos los campos, hasta el arroyo de Cedrón y hasta la puerta de los Caballos, en la esquina oriental, estarán consagrados al Señor. ¡Nunca más la ciudad será arrancada ni derribada!».


«Toma un rollo y escribe en él todas las palabras que desde los tiempos de Josías, desde que comencé a hablarte hasta ahora, te he dicho acerca de Israel, de Judá y de todas las naciones.


Porque yo los estoy vigilando para mal y no para bien. La espada y el hambre acabarán con todos los judíos que viven en Egipto.


»Pero el Señor me pide decirte: “Voy a destruir lo que he construido y a arrancar lo que he plantado; es decir, arrasaré con toda esta tierra.


«Tú, hijo de hombre, traza dos caminos para que llegue por ellos la espada del rey de Babilonia. Estos dos caminos partirán del mismo país y a la entrada de cada uno de ellos colocarás una señal que indique a qué ciudad conduce.


El Señor me dijo: «Hijo de hombre, ¿juzgarás tú a Aholá y a Aholibá? ¡Échales en cara sus abominaciones!


«Hijo de hombre, entona un lamento sobre las multitudes de Egipto y, junto con las ciudades de las naciones más poderosas, hazlas descender con los que bajan a la fosa, a las regiones más profundas.


Entonces las naciones que quedaron a su alrededor sabrán que yo, el Señor, reconstruí lo que estaba derribado y replanté lo que había quedado como desierto. Yo, el Señor, lo he dicho y lo cumpliré.


Esta visión era semejante a la que tuve cuando él vino a destruir la ciudad de Jerusalén; también, a la que tuve junto al río Quebar. Y caí rostro en tierra,


Por eso los hice pedazos por medio de los profetas; los herí con las palabras de mi boca. ¡Mis juicios brillan como la luz!


En verdad, nada hace el Señor y Dios sin antes revelar sus planes a sus siervos los profetas.


»En aquel día »restauraré la casa caída de David. Repararé sus grietas, restauraré sus ruinas y la reconstruiré tal como era en días pasados,


¿No se cumplieron en sus antepasados las palabras y los estatutos que a mis siervos los profetas ordené comunicarles? »”Entonces ellos se volvieron al Señor y dijeron: ‘El Señor de los Ejércitos nos ha tratado tal y como había decidido hacerlo: conforme a lo que merecen nuestros caminos y nuestras acciones’ ”».


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos