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Génesis 9:5 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

5 Por cierto, de la sangre de ustedes yo habré de pedirles cuentas. A todos los animales y a todos los seres humanos pediré cuentas de la vida de sus semejantes.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

5 Porque ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas; de mano de todo animal la demandaré, y de mano del hombre; de mano del varón su hermano demandaré la vida del hombre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 »Yo exigiré la sangre de cualquiera que le quite la vida a otra persona. Si un animal salvaje mata a una persona, ese animal debe morir; y cualquiera que asesine a otro ser humano debe morir.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Pero también reclamaré la sangre de ustedes como si fuera su alma. Pediré cuenta de ella a cualquier animal. Y también el hombre deberá responder de la sangre de cualquier hombre, hermano suyo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 pues ciertamente demandaré vuestra sangre así como vuestras vidas, la demandaré de mano° de todo ser vivo, y de mano del hombre, de mano de cualquier hermano° suyo, demandaré la vida del hombre.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Yo exigiré cuentas por vuestra propia sangre, o sea, por vuestras vidas. Las exigiré a todo animal y a todo hombre. Exigiré al hombre cuentas por la vida de su hermano.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 Porque ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas; de mano de todo animal la demandaré, y de mano del hombre; de mano del varón su hermano demandaré la vida del hombre.

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Génesis 9:5
26 Referencias Cruzadas  

Entonces habló Rubén: —Yo les advertí que no le hicieran daño al muchacho, pero no me hicieron caso. ¡Ahora tenemos que pagar el precio de su sangre!


¡Y con mayor razón castigaré a los malvados que han dado muerte a un inocente mientras este dormía en su propia cama! ¿Acaso no voy a vengar su muerte exterminándolos a ustedes de la tierra?


Por tanto, usa la cabeza y no lo dejes llegar a viejo y morir en paz.


Cuando Atalía, madre de Ocozías, vio que su hijo había muerto, tomó medidas para eliminar a toda la familia real.


Así fue como el rey Joás, no tomando en cuenta la bondad de Joyadá, mató a su hijo Zacarías, quien al morir dijo: «¡Que el Señor vea esto y te juzgue!».


Los ministros de Amón conspiraron contra él y lo asesinaron en su palacio.


Entonces el pueblo mató a todos los que habían conspirado contra el rey Amón y, en su lugar, proclamaron rey a su hijo Josías.


El vengador de los inocentes se acuerda de ellos; no pasa por alto el clamor de los afligidos.


»El que hiera a otro y lo mate será condenado a muerte.


»No andes difundiendo calumnias entre tu pueblo, ni expongas la vida de tu prójimo con falsos testimonios. Yo soy el Señor.


»El que quite la vida a otro ser humano será condenado a muerte.


»Todo el que mate un animal reparará el daño, pero el que mate a un hombre será condenado a muerte.


»Si alguien golpea a una persona con un objeto de hierro y esa persona muere, el agresor es un asesino y será condenado a muerte.


»Si alguien golpea a una persona con una piedra y esa persona muere, el agresor es un asesino y será condenado a muerte.


»Si alguien golpea a una persona con un pedazo de madera y esa persona muere, el agresor es un asesino y será condenado a muerte.


o por haberle dado un puñetazo por enemistad, el agresor es un asesino y será condenado a muerte. Cuando el vengador lo encuentre, lo matará.


Así recaerá sobre ustedes la culpa de toda la sangre justa que ha sido derramada sobre la tierra. Sí, desde la sangre del justo Abel hasta la de Zacarías, hijo de Berequías. A este, ustedes lo asesinaron entre el santuario y el altar.


De un solo hombre hizo todas las naciones para que habitaran toda la tierra; y determinó los períodos de su historia y las fronteras de sus territorios.


Pero si un hombre odia a su prójimo y le prepara una emboscada, lo asalta, lo mata y luego busca refugio en una de esas ciudades,


los jefes de su ciudad mandarán arrestarlo y lo entregarán al vengador para que lo mate.


Fue así como Dios castigó a Abimélec por el crimen que había cometido contra su padre al matar a sus setenta hermanos.


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