Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Génesis 3:16 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

16 A la mujer dijo: «Multiplicaré tu sufrimiento en el parto y darás a luz a tus hijos con dolor. Desearás a tu marido, y él te dominará».

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

16 A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

16 Luego le dijo a la mujer: «Haré más agudo el dolor de tu embarazo, y con dolor darás a luz. Y desearás controlar a tu marido, pero él gobernará sobre ti».

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

16 A la mujer le dijo: 'Multiplicaré tus sufrimientos en los embarazos y darás a luz a tus hijos con dolor. Siempre te hará falta un hombre, y él te dominará.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

16 A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera tus dolores y tus preñeces, Con dolor parirás los hijos, Y tendrás deseo de tu marido, pero él te dominará.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 A la mujer le dijo: 'Multiplicaré los sufrimientos de tus embarazos; darás a luz hijos con dolor. Ansiarás a tu marido y el te dominará'.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

16 A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera tus dolores y tu embarazo; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él señoreará sobre ti.

Ver Capítulo Copiar




Génesis 3:16
30 Referencias Cruzadas  

Si hicieras lo bueno, podrías andar con la frente en alto. Pero si haces lo malo, el pecado está a la puerta para dominarte. No obstante, tú puedes dominarlo».


Jabés fue más respetado que sus hermanos. Cuando su madre le puso ese nombre, dijo: «Con aflicción lo he dado a luz».


Así, cuando el edicto real se dé a conocer por todo su inmenso reino, todas las mujeres respetarán a sus esposos, desde los más importantes hasta los menos importantes».


Allí el miedo se apoderó de ellos y un dolor de parturienta les sobrevino.


Quedan todos aterrados; dolores y angustias los atrapan: ¡se retuercen de dolor, como si estuvieran de parto! Espantados, se miran unos a otros; ¡tienen el rostro encendido!


Por eso mi cuerpo se estremece de angustia, sufro de agudos dolores, como los de una parturienta; lo que oigo, me aturde; lo que veo, me desconcierta.


Después de su sufrimiento, verá la luz y quedará satisfecho. Por su conocimiento mi siervo justo justificará a muchos y cargará con las iniquidades de ellos.


¿Qué dirás cuando el Señor te imponga como jefes a los que tú mismo enseñaste a ser tus aliados predilectos? ¿No tendrás dolores como de mujer de parto?


Tú, que habitas en el Líbano, que has puesto tu nido entre los cedros, ¡cómo gemirás cuando te vengan los dolores, dolores como de parturienta!


Oigo el grito como de parturienta, quejidos como de primeriza. Es el grito de la hija de Sión, que respira con dificultad; que extiende los brazos y dice: «¡Ay de mí, que desfallezco! ¡Estoy en manos de asesinos!».


Damasco desfallece; trató de huir, pero la dominó el pánico. Se halla presa de la angustia y el dolor, como si estuviera de parto.


Nos ha llegado la noticia y nuestras manos flaquean; la angustia nos domina, como si tuviéramos dolores de parto.


»El esposo tiene la autoridad de confirmar o de anular cualquier promesa o juramento de abstinencia que ella haya hecho.


La mujer que está por dar a luz siente dolores porque ha llegado su momento, pero en cuanto nace la criatura se olvida de su angustia por la alegría de haber traído al mundo un nuevo ser.


Ahora bien, quiero que entiendan que Cristo es cabeza de todo hombre, mientras que el hombre es cabeza de la mujer y Dios es cabeza de Cristo.


guarden las mujeres silencio en la iglesia, pues no les está permitido hablar. Que estén sumisas, como lo establece la Ley.


La mujer ya no tiene derecho sobre su propio cuerpo, sino su esposo. Tampoco el hombre tiene derecho sobre su propio cuerpo, sino su esposa.


Esposas, sométanse a sus esposos, como conviene en el Señor.


Cuando la gente esté diciendo: «Paz y seguridad», vendrá de improviso sobre ellos la destrucción, como llegan los dolores de parto a la mujer embarazada. De ninguna manera podrán escapar.


Porque primero fue formado Adán, y Eva después.


Pero la mujer se salvará siendo madre y si permanece con sensatez en la fe, el amor y la santidad.


a ser sensatas y puras, cuidadosas del hogar, bondadosas y sumisas a sus esposos, para que no se hable mal de la palabra de Dios.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos