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Génesis 21:7 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

7 ¿Quién hubiera dicho a Abraham que Sara amamantaría hijos? Sin embargo, le he dado un hijo en su vejez».

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

7 Y añadió: ¿Quién dijera a Abraham que Sara habría de dar de mamar a hijos? Pues le he dado un hijo en su vejez.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 ¿Quién le hubiera dicho a Abraham que Sara amamantaría a un bebé? Sin embargo, ¡le he dado a Abraham un hijo en su vejez!».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Y añadió: '¡Quién hubiera dicho a Abrahán que yo amamantaría hijos! Y sin embargo, le he dado a luz un hijo en su vejez.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Y añadió: ¿Quién le hubiera dicho a Abraham que Sara amamantaría hijos?, pues le he dado a luz un hijo en su vejez.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Y añadió: '¿Quién habría de decir a Abrahán que Sara había de amamantar hijos? Pues sí; le he dado un hijo en su vejez'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

7 Y añadió: ¿Quién dijera a Abraham que Sara había de dar de mamar a hijos? Pues que le he dado un hijo en su vejez.

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Génesis 21:7
15 Referencias Cruzadas  

Entonces Abraham inclinó el rostro hasta el suelo y se rio de pensar: «¿Acaso puede un hombre tener un hijo a los cien años y Sara ser madre a los noventa?».


Pero el Señor dijo a Abraham: —¿Por qué se ríe Sara, diciendo: “Será cierto que concebiré siendo ya tan vieja”?


El niño Isaac creció y fue destetado. Ese mismo día, Abraham hizo un gran banquete.


La hermana de Tapenés dio a luz un hijo al que llamó Guenubat y Tapenés lo educó en el palacio real. De modo que Guenubat creció junto con los hijos del faraón.


Cuando amaneció, me levanté para amamantar a mi hijo, ¡y me di cuenta de que estaba muerto! Pero, al clarear el día, lo observé bien y pude ver que no era el hijo que yo había dado a luz».


Porque tú eres grande y haces maravillas; ¡solo tú eres Dios!


No hay, Señor, entre los dioses otro como tú ni hay obras semejantes a las tuyas.


Y te pondrás a pensar: “¿Quién me engendró estos hijos? Yo no tenía hijos, era estéril, desterrada y rechazada; pero a estos, ¿quién los ha criado? Me había quedado sola, pero estos, ¿de dónde han salido?”».


¿Quién ha oído cosa semejante? ¿Quién ha visto jamás cosa igual? ¿Puede una nación nacer en un solo día? ¿Se da a luz un pueblo en un momento? Sin embargo, Sión dio a luz sus hijos cuando apenas comenzaban sus dolores.


¡Maldito el hombre que alegró a mi padre cuando le dijo: «Te ha nacido un hijo varón»!


Contra Jacob no hay hechicería que valga, ni valen las adivinaciones contra Israel. De Jacob y de Israel se dirá: “¡Miren lo que Dios ha hecho!”.


El fin de todo esto es que la sabiduría de Dios, en toda su diversidad, se dé a conocer ahora, por medio de la iglesia, a los poderes y autoridades en las regiones celestiales,


el día en que venga para ser glorificado por su pueblo santo y admirado por todos los que hayan creído, entre los cuales están ustedes porque creyeron el testimonio que dimos.


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