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Éxodo 28:2 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

2 Hazle a tu hermano Aarón vestiduras sagradas que le confieran honra y dignidad.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

2 Y harás vestiduras sagradas a Aarón tu hermano, para honra y hermosura.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Hazle a Aarón vestiduras sagradas que irradien belleza y esplendor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Harás a tu hermano Aarón vestiduras sagradas para que no le falte gloria ni belleza.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Harás vestiduras sagradas para tu hermano Aarón, para honra y esplendor.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Harás para Aarón, tu hermano, vestiduras sagradas que le den esplendor y majestad.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 Y harás vestiduras sagradas a Aarón tu hermano, para gloria y hermosura.

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Éxodo 28:2
36 Referencias Cruzadas  

Si es así, cúbrete de gloria y esplendor; revístete de honra y majestad.


Revestiré de salvación a sus sacerdotes y jubilosos cantarán sus fieles.


¡Que se revistan de justicia tus sacerdotes! ¡Que tus fieles canten jubilosos!


Porque el Señor se complace en su pueblo; a los humildes concede el honor de la victoria.


El esplendor y la majestad son sus heraldos; hay poder y belleza en su santuario.


A los hijos de Aarón les harás túnicas, fajas y mitras, para conferirles honra y dignidad.


Estas son las porciones que, de sus sacrificios de comunión al Señor, darán siempre los israelitas a Aarón y a sus hijos como contribución.


las vestiduras tejidas, tanto las vestiduras sagradas para Aarón el sacerdote como las vestiduras sacerdotales de sus hijos,


y ponle a Aarón sus vestiduras sagradas. Úngelo y conságralo, para que ministre como sacerdote mío.


En aquel día, el renuevo del Señor será bello y glorioso, y el fruto de la tierra será el orgullo y el honor de los sobrevivientes de Israel.


¡Despierta, Sión, despierta! ¡Revístete de poder! Jerusalén, ciudad santa, ponte tus vestidos de gala, pues los incircuncisos e impuros no volverán a entrar en ti.


Me deleito mucho en el Señor; me regocijo en mi Dios. Porque él me vistió con ropas de salvación y me cubrió con el manto de la justicia. Soy semejante a un novio que luce su diadema o una novia adornada con sus joyas.


y a confortar a los dolientes de Sión. Me ha enviado a darles una corona en vez de cenizas, aceite de alegría en vez de luto, traje de alabanza en vez de espíritu de desaliento. Serán llamados robles de justicia, plantío del Señor, para mostrar su gloria.


Todos somos como gente impura; todos nuestros actos de justicia son como trapos de inmundicia. Todos nos marchitamos como hojas; nuestras iniquidades nos arrastran como el viento.


Moisés tomó un poco del aceite de la unción y de la sangre del altar, y roció a Aarón y a sus hijos junto con sus vestiduras. Así consagró Moisés a Aarón y a sus hijos, junto con sus vestiduras.


Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y contemplamos su gloria, la gloria que corresponde al Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad.


Más bien, revístanse ustedes del Señor Jesucristo y no se preocupen por satisfacer los deseos de la carne.


Esta justicia de Dios llega, mediante la fe en Jesucristo, a todos los que creen. De hecho, no hay distinción,


porque todos los que han sido bautizados en Cristo se han revestido de Cristo.


Sin embargo, vemos a Jesús, quien fue hecho un poco menor a los ángeles, coronado de gloria y honra por haber padecido la muerte. Así, por la gracia de Dios, la muerte que él sufrió resulta en beneficio de todos.


Nos convenía tener un sumo sacerdote así: santo, irreprochable, puro, apartado de los pecadores y exaltado sobre los cielos.


Él recibió honor y gloria de parte de Dios el Padre cuando desde la majestuosa gloria se le dirigió aquella voz que dijo: «Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él».


Queridos hermanos, ahora somos hijos de Dios, pero todavía no se ha manifestado lo que habremos de ser. Sabemos, sin embargo, que cuando Cristo venga seremos semejantes a él, porque lo veremos tal como él es.


y se le ha concedido vestirse de tela de lino fino, limpio y resplandeciente». (El lino fino representa las acciones justas de los creyentes).


De ellos hiciste un reino; los hiciste sacerdotes al servicio de nuestro Dios, y reinarán sobre la tierra».


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