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Éxodo 18:11 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

11 Ahora sé que el Señor es más grande que todos los dioses, por lo que hizo a quienes trataron a Israel con arrogancia».

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

11 Ahora conozco que Jehová es más grande que todos los dioses; porque en lo que se ensoberbecieron prevaleció contra ellos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Ahora sé que el Señor es más grande que todos los demás dioses, porque rescató a su pueblo de la opresión de los egipcios arrogantes».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Ahora reconozco que Yavé es el más grande de los Dioses; lo demostró en el momento en que oprimían a su pueblo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 Ahora sé que YHVH es mayor que todos los dioses, pues en aquello en que se ensoberbecieron, Él prevaleció° contra ellos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Ahora reconozco que Yahveh es más grande que todos los dioses, pues así se ha mostrado en el preciso momento en que se tiranizaba a los suyos'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

11 Ahora conozco que Jehová es más grande que todos los dioses; pues aun en lo que se ensoberbecieron, Él fue sobre ellos.

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Éxodo 18:11
30 Referencias Cruzadas  

Entonces la mujer dijo a Elías: —Ahora sé que eres un hombre de Dios y que lo que sale de tu boca es realmente la palabra del Señor.


Luego Naamán volvió con todos sus acompañantes y, presentándose ante el hombre de Dios, dijo: —Ahora reconozco que no hay Dios en todo el mundo, excepto en Israel. Le ruego a usted aceptar un regalo de su servidor.


»¡Grande es el Señor y digno de alabanza, más temible que todos los dioses!


»Voy a edificar un templo majestuoso, pues nuestro Dios es el más grande de todos los dioses.


Lanzaste grandes señales y maravillas contra el faraón, sus siervos y la gente de su tierra, porque viste la insolencia con que habían tratado a tu pueblo. Fue así como te ganaste la buena fama que hoy tienes.


»Pero ellos y nuestros antepasados fueron altivos; fueron tercos y no obedecieron tus mandamientos.


»Les advertiste que volvieran a tu Ley, pero ellos actuaron con soberbia y no obedecieron tus mandamientos. Pecaron contra tus leyes que dan vida a quien las obedezca. En su rebeldía te rechazaron, fueron tercos y no quisieron escuchar.


Tú reprendes a esos insolentes malditos que se desvían de tus mandamientos.


Yo sé que el Señor, nuestro Soberano, es más grande que todos los dioses.


Amen al Señor, todos sus fieles; él protege a los dignos de confianza, pero a los orgullosos les da su merecido.


Porque el Señor es el gran Dios, el gran Rey sobre todos los dioses.


Porque tú, Señor, eres el Altísimo: ¡estás por encima de toda la tierra y muy por encima de todos los dioses!


Vamos a tener que manejarlos con mucha astucia; de lo contrario, seguirán aumentando y, si estalla una guerra, se unirán a nuestros enemigos, nos combatirán y se irán del país».


—Cuando ayuden a las hebreas en sus partos, fíjense en el sexo: si es niño, mátenlo; pero si es niña, déjenla con vida.


El faraón, por su parte, dio esta orden a todo su pueblo: —¡Tiren al río a todos los niños hebreos que nazcan! A las niñas, déjenlas con vida.


Moisés y Aarón se presentaron ante el faraón y le advirtieron: «Así dice el Señor y Dios de los hebreos: “¿Hasta cuándo te opondrás a humillarte en mi presencia? Deja ir a mi pueblo para que me rinda culto.


»Esa misma noche pasaré por todo Egipto y heriré de muerte a todos los primogénitos, tanto de personas como de animales, y ejecutaré mi sentencia contra todos los dioses de Egipto. Yo soy el Señor.


Y cuando me haya cubierto de gloria a costa del faraón, sus carros y jinetes, los egipcios sabrán que yo soy el Señor».


El Señor endureció el corazón del faraón, rey de Egipto, para que saliera en persecución de los israelitas, los cuales marchaban con aire triunfal.


¿Quién, Señor, se te compara entre los dioses? ¿Quién se te compara en grandeza y santidad? Tú, Hacedor de maravillas, nos impresionas con tus portentos.


—¿Y quién es el Señor —respondió el faraón—, para que yo le obedezca y deje ir a Israel? ¡Ni conozco al Señor ni voy a dejar que Israel se vaya!


«Ya no le den paja a la gente para hacer ladrillos. ¡Que vayan ellos mismos a recogerla!


Por eso yo, Nabucodonosor, alabo, exalto y glorifico al Rey del cielo, porque siempre procede con rectitud y justicia; además, es capaz de humillar a los soberbios.


mientras estos sepultaban a sus primogénitos, a quienes el Señor había herido de muerte. El Señor también dictó sentencia contra los dioses egipcios.


Hizo proezas con su brazo; desbarató las intrigas de los soberbios.


Pero él nos da más gracia. Por eso dice la Escritura: «Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes».


Así mismo, jóvenes, sométanse a los líderes. Revístanse todos de humildad en su trato mutuo, porque: «Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes».


»Dejen de hablar con tanto orgullo y altivez; ¡no profieran palabras soberbias! El Señor es un Dios que todo lo sabe, y él es quien juzga las acciones.


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