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Éxodo 17:11 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

11 Mientras Moisés mantenía los brazos en alto, la batalla se inclinaba en favor de los israelitas; pero cuando los bajaba, se inclinaba en favor de los amalecitas.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

11 Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía; mas cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Mientras Moisés sostenía en alto la vara en su mano, los israelitas vencían; pero, cuando él bajaba la mano, dominaban los amalecitas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Y sucedió que mientras Moisés tenía las manos arriba, se imponía Israel, pero cuando las bajaba, se imponían los amalecitas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 Y sucedió que mientras Moisés tenía en alto sus brazos,° vencía Israel, pero cuando él bajaba sus brazos, vencía Amalec.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Y sucedía que, cuando Moisés levantaba su mano, Israel prevalecía; pero cuando la dejaba caer, vencía Amalec.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

11 Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía; mas cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec.

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Éxodo 17:11
8 Referencias Cruzadas  

Yo no confío en mi arco ni puede mi espada darme la victoria;


Cuando yo te pida ayuda, mis enemigos retrocederán. Una cosa sé: ¡Dios está de mi parte!


Josué siguió las órdenes de Moisés y presentó batalla a los amalecitas. Por su parte, Moisés, Aarón y Hur subieron a la cima de la colina.


Cuando a Moisés se le cansaron los brazos, tomaron una piedra y se la pusieron debajo para que se sentara en ella. Luego Aarón y Hur sostuvieron sus brazos, uno el izquierdo y otro el derecho, y así Moisés pudo mantenerlos firmes hasta la puesta del sol.


Jesús contó a sus discípulos una parábola para mostrarles que debían orar siempre, sin desanimarse.


Quiero, pues, que en todas partes los hombres oren, levantando las manos al cielo con santidad, sin enojos ni contiendas.


Por eso, confiésense unos a otros sus pecados y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz.


Josué mantuvo extendido el brazo con el que sostenía su jabalina, hasta que el ejército israelita exterminó a todos los habitantes de Hai.


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