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Éxodo 1:21 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

21 y, por haberse mostrado temerosas de Dios, les concedió tener muchos hijos.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

21 Y por haber las parteras temido a Dios, él prosperó sus familias.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

21 Además, como las parteras temían a Dios, él les concedió su propia familia.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

21 y a las parteras, por haber temido a Dios, les concedió numerosa descendencia.

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La Biblia Textual 3a Edicion

21 Y por haber temido las parteras a ’Elohim, Él les° concedió muchos descendientes.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

21 Por haber temido a Dios las parteras, él les concedió numerosa descendencia.

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Éxodo 1:21
14 Referencias Cruzadas  

Si haces todo lo que te ordeno, sigues mis caminos y haces lo que me agrada, cumpliendo mis estatutos y mandamientos como lo hizo David mi siervo, estaré contigo. Estableceré para ti una dinastía tan firme como la que establecí para David, y te daré Israel.


Pero yo levantaré a un sacerdote fiel que hará mi voluntad y cumplirá mis deseos. Jamás le faltará descendencia y vivirá una larga vida en presencia de mi ungido.


Confía en el Señor y haz el bien; establécete en la tierra y mantente fiel.


El pecador puede hacer lo malo cien veces y vivir muchos años; pero sé también que le irá mejor a quien teme a Dios y le guarda reverencia.


El Señor me ha establecido firmemente en el trono de mi padre y conforme a su promesa me ha dado una dinastía. Por tanto, tan cierto como que él vive, ¡hoy mismo Adonías morirá!».


»Yo le ruego que perdone el atrevimiento de esta sierva. Ciertamente, el Señor le dará a usted una dinastía que se mantendrá firme, y nunca nadie podrá hacerle a usted ningún daño, pues usted pelea las batallas del Señor.


Si el Señor no edifica la casa, en vano se esfuerzan los albañiles. Si el Señor no cuida la ciudad, en vano hacen guardia los vigilantes.


«Ve a la casa de los recabitas, invítalos para que vengan a una de las salas del Templo del Señor y ofréceles vino».


Con sabiduría se construye la casa; con inteligencia se echan los cimientos.


Los hijos son una herencia del Señor, el fruto del vientre es una recompensa.


Sin embargo, las parteras temían a Dios, así que no siguieron las órdenes del rey de Egipto, sino que dejaron con vida a los varones.


¡Aleluya! Dichoso el que teme al Señor, el que halla gran deleite en sus mandamientos.


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